El Ayuntamiento
quiere "reducir el impacto urbanístico, paisajístico y ambiental"
del edificio, al que se presentaron numerosas alegaciones por parte de
vecinos y asociaciones profesionales. Para ello, está estudiando
la declaración responsable presentada por la mayor promotora de
centros comerciales en Europa para ver si se ajusta a la legalidad. "Ese
proyecto tiene algunas complicaciones y puede que tengan problemas con
las licencias", explica la portavoz del Área de Urbanismo, quien
añade que el contenido de la propuesta que quieren hacer a SCCE
dependerá del resultado final del informe que se está realizando.
Aunque se ajuste
a la ley, el propósito del Ayuntamiento es negociar con la promotora
modificaciones al proyecto para intentar adecuarlo en lo posible al entorno,
evitando juicios. También desde la empresa aseguran que están
"trabajando codo con codo con el Ayuntamiento" para que "cuestiones que
no encajen puedan solventarse", según una portavoz de SCCE. "No
ha habido fricciones", destaca. Uno de los temas centrales del las reuniones,
que continuarán la próxima semana, es la calle proyectada
que en el proyecto de Plaza Río 2 se convierte en un pasaje interno
del centro comercial. Esto lo convertiría también en la práctica
en una calle privada, que estaría cerrada fuera del horario de las
tiendas. "Vamos a plantear que se haga una obra de otro tipo para que no
se cierre", apunta la portavoz de Urbanismo. El cubrimiento de la misma
también se quiere replantear. A la espera de una solución
definitiva, las obras del centro comercial, que comenzaron este verano,
continúan con normalidad.
ANTECEDENTES
26 de junio
de 2015
NOTICIA
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LAS CLAVES
URBANÍSTICAS DEL CENTRO COMERCIAL PLAZA RÍO 2
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de planes especiales, guía
de licencias urbanísticas y la guía de centros comerciales.
Hay tres claves importantes, una es que se han iniciado las obras, otra
que el plan especial está aprobado y la última que de momento
el ayuntamiento no puede controlar la operación vía licencia
urbanística. Por otro lado, el ayuntamiento está presionado
por la oposición social y por sus promesas electorales. La posición
del promotor, Sociedad de Centros Comerciales (SCC) es mantenerse firme
y seguir avanzando en la obra. El plan especial era fundamental para iniciar
las obras, y fue aprobado por el último pleno antes de las elecciones.
No se requiere licencia de obra por la ley regional 2/2012 de Dinamización
de la Actividad Comercial que permite la ejecución de obras y el
ejercicio de la actividad “con la simple presentación” de una “declaración
responsable, en la que el interesado manifieste que cumple con la legislación
vigente”, además del proyecto técnico y el pago de las tasas.
Aunque esta ley estatal limita a un máximo de 300 metros cuadrados
de superficie los comercios que pueden tramitarse sin licencia, la ley
regional eliminó ese tope. El Ayuntamiento quiso trasladar a una
ordenanza la norma autonómica pero decidió incluir el límite
de la ley estatal, por lo que la Comunidad la impugnó y la ordenanza
en vigor no prevé ningún tope, lo que permitiría construir
un rascacielos como las cuatro torres del paseo de la Castellana o un centro
comercial como el de Madrid Río con tan sólo una declaración
responsable del empresario.
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prácticas
Otras dudas
han surgido por el diseño arquitectónico, a pesar de que
Plaza Río 2 ha sido diseñado por la prestigiosa firma de
arquitectos Chapman Taylor. Se trata de un edificio neoclásico cuya
fachada está realizada en granito rojo. El espacio interior está
conectado por un doble mall cubierto con un lucernario que potencia la
luz natural, concibiéndose todos los elementos decorativos al detalle.
El edificio además estará dotado de los sistemas más
avanzados en lo que se refiere a eficiencia energética y sostenibilidad.
Pero el problema está en su cercanía al río Manzanares
por una de sus dos fachadas principales y que afecta al barrio de Usera,
en especial las vistas del parque desde la calle Antonio López.
Tampoco
ayuda que históricamente, tanto el Plan Especial Río Manzanares
como el Plan de Renovación Urbana del entorno del río, promovidos
por el propio Ayuntamiento de Madrid y aprobados entre 2007 y 2010, mantenían
que la citada parcela debía dar continuidad a la calle Matilde Gayo
para propiciar la conexión entre el río y la ciudad. El Plan
Especial aprobado a primeros de 2014 pareció respetar estas directrices,
y establecía la construcción de una calle peatonal privada
que atravesara el solar.
En la primavera
de 2014, sin embargo, la parcela sufrió un cambio de titularidad,
siendo adquirido por la sociedad LSGIE que consiguió una modificación
del plan aprobado por los anteriores propietarios. El acuerdo consistía
en que la futura calle privada que iba a cruzar el espacio desapareció
del proyecto. A cambio, se ofrece un pasillo comercial interior cerrado
a la vía pública que dará acceso a las 180 tiendas
del complejo y cruzará hacia el parque, pero, claro, pasando por
el centro comercial. Además, el pasillo estará interrumpido
por escaleras mecánicas, patios y terrazas de los restaurantes.
En vez de tener 12 metros de ancho, como todavía obliga el último
plan especial aprobado, apenas tendrá seis en algunos puntos.
El proyecto
ha despertado la férrea oposición de vecinos de Usera, Carabanchel
y Arganzuela e incluso del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM),
que considera que la construcción «es bastante mejorable».
En las alegaciones, el catedrático de proyectos arquitectónicos
Gabriel Ruiz Cabrero, expresa que la solución lograda para el solar
es «caprichosa e injustificable, ignorando la tradición arquitectónica
de Madrid», en referencia a los 180 metros de fachada lineal de estilo
neoclásico en granito rojo del edifico, que además, «supone
una barrera visual».
El decano
del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero,
ve “sorprendente” que “una obra con esa magnitud e impacto en la ciudad,
tanto físico como en la movilidad, no tenga un estudio de tráfico
específico” y se pueda iniciar sin licencia, lo que a su juicio
“genera una falta de garantías para todos los agentes, promotor
y técnicos, y para la sociedad en general”.
El Ayuntamiento,
por su parte, asegura que el edificio será inspeccionado antes de
su puesta en funcionamiento. Sin embargo, la ley regional permite no sólo
la ejecución de las obras sino también el ejercicio de la
actividad con sólo el compromiso del empresario de cumplir la legalidad,
por lo que la inspección municipal no sería requisito previo
para la inauguración del centro comercial.
Eso sí,
si el Ayuntamiento descubre que, una vez acabado, el edificio incumple
la normativa (por ejemplo, por resultar inseguro), podría no sólo
multar al empresario sino ordenar el derribo.
El centro
tendrá 40.000 metros cuadrados de superficie comercial en tres plantas;
albergará 180 tiendas y 30.000 metros cuadrados de zonas comunes;
y un aparcamiento de 1.500 plazas.
Lo promueve
la Sociedad de Centros Comerciales de España, filial de SCC, que
gestiona otros 25 complejos en todo el país y que se estrenó
con La Vaguada en 1983 (el primer gran centro en Madrid).
Tendrá
180 tiendas, entre ellas un Alcampo, repartidas en tres plantas. Tendrá
entre 1.200 y 1.500 plazas de aparcamiento. Por el momento, tiene permiso
para hacer dos plantas de garaje subterráneo, aunque aún
no se ha descartado que puedan llegar a construir hasta tres y un máximo
de 1750 plazas, según una portavoz de Plaza Río 2. La Asociación
de Vecinos Nudo Sur explica que el proyecto cuenta con un informe negativo
de tráfico, motivo por el que se habrían reducido las plazas
iniciales de aparcamiento. También habrá un espacio ajardinado
exterior, calificado como dotación pública.
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