ANTECEDENTES
2011
El juez aprueba
el concurso necesario de la inmobiliaria, rebautizada como Tersicia, instada
por una constructora alicantina ahora en liquidación, aunque sus
gestores mantienen sus facultades y siguen al frente de la empresa.
El Juzgado
de lo Mercantil Número 2 de Valencia ha aprobado el concurso necesario
de Viviendas Jardín, sociedad que recientemente había modificado
su nombre por el de Tersicia. El juez Fernando Presencia, que ha llevado
procesos como el de Llanera o el Levante UD, ha decidido mantener a los
gestores de la compañía y no suspender sus funciones, pese
a la calificación de concurso necesario.
El pasivo total
de la antigua Viviendas Jardín se eleva a alrededor de 300 millones
de euros, de los que la empresa asegura que 290 millones cuentan con garantía
real. De esta cifra alrededor de 260 millones corresponden a deuda bancaria,
con el Banco Sabadell, Bankia y Popular como principales acreedores. Según
la compañía las deudas con proveedores son inferiores a los
tres millones de euros y en su mayoría se mantienen litigios.
Por su parte,
los activos rondan los 330 millones de euros. El 60% se estima que corresponde
a promociones finalizadas y el resto a suelo ubicado esencialmente en Cataluña,
Comunidad Valenciana y Canarias, donde ha desarrollado la mayoría
de sus promociones.
Tras la declaración
de concurso la empresa, que cuenta con 31 años de experiencia y
pertenece al empresario Adolfo Prieto, tiene intención de continuar
su actividad. La firma posee delegaciones en Valencia, Alicante y Barcelona,
y tiene una plantilla de 20 personas.
A raíz
de la crisis inmobiliaria el grupo decidió llevar su actividad más
allá de la promoción y ofrecer servicios de gestión
de inmuebles y alquiler a terceros, principalmente bancos, para intentar
conseguir nuevas fuentes de ingresos. Para ello reordenó su estructura
a principios de este año, con la sociedad Realrent para gestión
de alquileres y la constructora Foconia. Además, dentro de los acuerdos
de refinanciación se desprendió de activos como su propia
sede en Valencia. Viviendas Jardín facturó 145 millones de
euros en 2010 y estimaba sus pérdidas a falta de la auditoría
en torno a dos millones.
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