El equipo
de Gradolí competía con propuestas muy solventes como la
encabezada por David Estal o la Universitat de Valencia, con los que, según
avanzó Gradolí, «también habrá que contar
a lo largo del proceso».
La mesa de
contratación, de la que han formado la concejala de Desarrollo Humano,
Consol Castillo, el concejal de Urbanismo, Vicent Sarriá, y el concejal
de Participación, Jordi Peris, se reunió por la mañana
para valorar las propuestas. La convocatoria del concurso, convocado uncialmente
por procedimiento restringido y negociado, no ha estado exento de polémica
por la premura de los plazos. El gobierno del tripartito lo ha justificado
por la urgencia de redactar la estrategia para poder optar a la convocatoria
de ayudas por parte del Gobierno que se espera para el mes de octubre.
«Queremos
que la propuesta la piloten los ciudadanos a través de un proceso
de participación lo más amplio posible», avanzó
ayer el coordinador de la propuesta «Va Cabanyal», en cuyo
desarrollo se deberán abarcar numerosos aspectos desde la rehabilitación
urbana y energética, hasta la integración social y la movilidad.
El objetivo, explicó Gradolí, va a ser «mejorar la
calidad de vida de los vecinos del Cabanyal evitando la gentrificación»
del barrio como ha ocurrido en otras zonas como Russafa.
A la hora de
conseguir la financiación el Cabanyal, asegura Gradolí, cuenta
con «ventajas» como es el hecho de ser conocido en Europa,
donde está señalado como patrimonio amenazado. Otra de las
ventajas que tiene el barrio es que cuenta con un amplio patrimonio de
edificios públicos „los que fue comprando el anterior gobierno municipal
con destino a derribo para abrir la nueva avenida„ «lo cual nos permitirá
reequipar el Cabanyal».
La convocatoria
europea de ayudas se publicará a mitad de mes, pero el Ayuntamiento,
a través de Inndea, ha encargado este plan estratégico donde
una de las claves es la participación ciudadana. «Se han presentado
propuestas de alta calidad y la elegida destaca porque contará con
el punto de vista de los vecinos para definir las líneas y aborda
la rehabilitación de forma integral desde el área de urbanismo,
vivienda, convivencia vecinal y dinamización económica y
cultural. Es una iniciativa que respeta y pone en valor el Cabanyal, suma
valores asociados a la colaboración, solidaridad o al comercio de
proximidad», detalla el teniente de alcalde de Participación,
Derechos e Innovación Democrática, Jordi Peris.
En cuanto a
las líneas de la rehabilitación, Gradolí indica que
«el objetivo es mantener la diversidad y vitalidad del barrio. Mejorar
la calidad de vida y evitar situaciones como la de Ruzafa, que ha sido
una reforma urbanística sin plan integral y al final, han desaparecido
comercios tradicionales en pro de un exceso de hostelería moderna
y sin pensar en la movilidad urbana».
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