Desde entonces
concedió autorización para construir, una a una, hasta siete
viviendas en un encinar dentro del LIC y de la ZEPA Valles del Lozoya y
del Zorita, ámbito de la cigüeña negra y área
crítica del águila imperial ibérica, todo ello con
el informe favorable de Medio Ambiente, tanto de Segovia como de Valladolid,
a pesar de constarle el quebranto que ocasionaría en el hábitat.
La justificación
de la Comisión Territorial de Urbanismo era que las Normas Subsidiarias
de Planeamiento de la Provincia de Segovia autorizaban las viviendas en
suelo rústico protegido.
Ecologistas
en Acción opuso que por encima de las Normas Urbanísticas
provinciales se han de aplicar la Ley y el Reglamento de Urbanismo, que
prohíben las viviendas en suelo protegido.
Esta Asociación
consideró que la construcción en suelo rústico protegido,
en área crítica del águila imperial, constituía
una barbaridad ambiental e impugnó el acuerdo de la Comisión
Territorial de Urbanismo de Segovia de 4 de mayo de 2012, por el que se
autorizó la construcción de una vivienda (la octava) sobre
una parcelación urbanística ilegal en la Dehesa del Caballero.
Recurrido en
alzada administrativa, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente
resolvió favorablemente el recurso en 2013 y anuló la autorización,
pero dejo que las obras concluyeran. Ahora es el Tribunal Superior de Justicia
de Castilla y León en Burgos quien confirma la nulidad de la autorización
y ordena la demolición de la vivienda y la restitución del
lugar a su estado anterior. La sentencia puede ser recurrida en casación
al Tribunal Supremo.
La vivienda,
de 718 m2 incluidos anexos, se encuentra construida, tiene un valor próximo
al millón de euros y el Tribunal ha sentenciado que debe ser demolida.
La responsabilidad última corresponde a la Junta de Castilla y León,
que concedió la autorización que queda anulada. Ello
producirá un quebranto económico a la Hacienda Autonómica,
es decir, a todos los ciudadanos.
En 2014 fue
aprobada una modificación de la ley de Urbanismo de Castilla y León
que prohíbe la vivienda unifamiliar en suelo rústico en toda
la Comunidad Autónoma. El uso residencial en suelo rústico
es contrario al urbanismo compacto y su proliferación ocasiona graves
daños al medio ambiente y un coste económico elevado a los
municipios.
Ecologistas
en Acción se esfuerza ahora en impedir la instalación de
usos industriales y comerciales en suelo rústico, pues provocan
daños ambientales sobre el territorio y el paisaje, y pretende encauzarlos
hacia los polígonos industriales, tal y como exigen la ley, el principio
del urbanismo compacto, la protección del medio ambiente y el sentido
común.
|