El proyecto
desarrolla todos los elementos paisajísticos propios de un parque
de estas características: movimientos de tierras, pavimentaciones,
elementos de contención, restauración estructural de las
edificaciones protegidas, habilitación parcial de las mismas, fuentes
ornamentales, elementos de iluminación funcional y ornamental, instalaciones
necesarias para su funcionamiento (gas, media tensión, baja tensión,
alumbrado, agua potable, saneamiento, telecomunicaciones, elementos de
infiltración y pozos con conexión a la red de riego, red
de riego), y por supuesto definición detallada de todos los elementos
de jardinería de un parque público: céspedes y praderas,
elementos arbustivos y arbolado.
También
se definen todas aquellas unidades de obra que van a intervenir en la urbanización
de los viales incluidos en esta primera fase de la urbanización:
calle Filipinas, plaza Sanchis Guarner y calle Peris y Valero, así
como las obras públicas complementarias que se precisen para la
conexión e integración adecuadas de la nueva urbanización
con las redes de infraestructuras, comunicaciones y servicios públicos
existentes.
El proyecto
supone la urbanización de 110.826 m2, , de los cuales 86.648 m2
son de parque propiamente dicho. El ámbito de actuación queda
delimitado por la playa de vías, la calle Filipinas y la calle Peris
y Valero y es de forma triangular.
En total el
PAI contempla la construcción de 4,8 km de carril bici. A la fase
de Russafa.Malilla
corresponden
848 metros (calle Filipinas, plaza Manuel Sanchis-Guarner, conexión
con Peris y
Valero y Ausiás
March. La conexión desde Russafa está garantizada desde la
calle Filipinas a través de la calle Gibraltar, según el
plan de reurbanización del Ayuntamiento y la Generalitat, y desde
Peris y Valero. En el interior del parque habrá espacios para uso
recreativo.
Meses después
del inicio de las obras del Parque Central, el 40% del gran jardín
del centro de Valencia, todavía no se han resuelto los problemas
por la falta de cesión de suelo en varias parcelas. Ante esa circunstancia
se ha demorado la demolición de instalaciones en esas zonas y la
intervención se concentra en las naves protegidas, recayentes a
la calle Filipinas, en Ruzafa.
Fuentes de
la entidad indicaron que "aunque la sociedad, antes del inicio de las obras,
firmó convenios de cesión de suelo que garantizan la disponibilidad
de terrenos suficiente para los trabajos (85,89% de la superficie) la ubicación
de algunas parcelas no disponibles ha modificado la planificación".
La cifra es
pequeña porque afecta sólo al 14% de los terrenos, que abarcan
un total de 110.826 metros cuadrados, aunque es suficiente para alterar
el calendario fijado por la empresa. Según el pliego de condiciones,
los siete primeros meses deben estar dedicados a demoliciones.
Pero la parte
donde se complica el asunto se refiere al inicio del movimiento de tierras,
previsto a partir del quinto mes. Esto supone que en octubre debería
estar todo despejado, lo que se da prácticamente por descartado.
La incidencia
más relevante, precisaron las mismas fuentes, ha sido el solar de
un parking donde, aunque el propietario sí firmó la cesión,
el arrendatario no accedió a abandonar el terreno como reflejaba
su contrato, que finalizó el 30 de abril. Esto ha dejado a la sociedad
Parque Central en el centro de un conflicto privado por el uso de dicha
parcela. El asunto está en los tribunales y la previsión
es que "la disponibilidad de este espacio podría resolverse en breve".
El resto de los solares donde no se ha conseguido la autorización
de los dueños se espera conseguir vía ocupación forzosa
o reparcelación, esto último un trámite largo y que
se prolongará durante varios meses más.
Acerca de la
intervención en las naves, hasta ahora se ha limpiado el interior,
desmontado las tejas de las cubiertas y retirado elementos que no formaban
parte de la estructura original. También placas de fibrocemento,
para lo que se ha contratado una empresa especializada por los componentes
tóxicos de dicho material. El procedimiento contempla rigurosas
medidas para la protección de los operarios, del medio ambiente
y para el transporte y almacenamiento de los residuos.
En el entorno
de las naves se han recogido escombros, junto con el desbroce, limpieza
y explanación de terreno junto a la nave del arquitecto Demetrio
Ribes (el mismo autor de la estación del Norte) y tras el lavadero.
Además, se han hecho trabajos de preparación para la instalación
del pavimento definitivo.
El gran jardín
diseñado por la paisajista Kathryn Gustafson se extenderá
por toda la playa de vías hasta Giorgeta, aunque debido a la demora
del canal de acceso ferroviario y la estación Central, la primera
fase estará acotada de la zona de paso de trenes con terraplenes,
arbolado y setos, a modo de pantalla verde. La construcción tiene
un plazo de 22 meses, por lo que acabará en febrero de 2017, en
caso de que no se acumulen más retrasos.
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