En Barcelona
ya se han mostrado claros síntomas de reactivación del sector
como el aumento de las ventas de inmuebles en toda la ciudad, así
como la estabilización e incluso el aumento de los precios de las
propiedades inmobiliarias en zonas como Eixample, Pedralbes, Sarrià-Sant
Gervasi, Les Corts, Ciutat Vella y Gracia, entre otras.
El precio medio
del metro cuadrado en la capital catalana es de 3.259 euros con grandes
diferencias según la zona. Los precios más elevados
se encuentran en barrios como Sarrià-Sant Gervasi (5.400 euros),
Les Corts (4.100 euros) y el Eixample (4.000 euros), mientras que los más
baratos se registran en Nous Barris (1.700 euros) y Sant Andreu (2.600
euros).
El atractivo
de Barcelona tanto para el inversor nacional como para el extranjero radica
en la diversificación de la economía, un tejido empresarial
sólido, infraestructuras de primer nivel, la importancia como nodo
logístico y la apuesta por la tecnología –que le valió
ser elegida en 2014 como Capital Europea de la Innovación-. Barcelona
es, además, la primera ciudad europea en calidad de vida para los
empleados y la primera en pasajeros de cruceros; la quinta ciudad de Europa
en producción científica, la sexta más turística
y la séptima con mejores perspectivas de futuro.
En Barcelona,
los inversores pueden encontrar una gran variedad de activos inmobiliarios
singulares: desde joyas modernistas, de arquitectura neoclásica,
noucentista o vanguardista, hasta inmuebles con ubicaciones que ofrecen
vistas panorámicas sobre la ciudad y el mar. Todos ellos han visto
reducido su valor como consecuencia de la crisis lo que, unido al impacto
favorable de la depreciación del euro frente al dólar y la
libra esterlina para los inversores de países fuera de la zona euro,
supone un descuento del 50%-40% para estos compradores internacionales
desde hace apenas unos años.
La alta rentabilidad
que ofrece al propietario (alrededor del 5% anual), el cambio de la mentalidad
tradicional sobre las desventajas de alquilar y el auge turístico
de la ciudad han favorecido las perspectivas del alquiler en la capital
catalana, según el informe de Engel Völkers. El precio
medio de alquiler en Barcelona es de 13,12 €/m2 para viviendas de
50 m2, de 10,22 €/m2 en viviendas de hasta 120 m2 y de 9 €/m2
en viviendas de más de 120 m2. Con todo, en zonas como Paseo de
Gracia o calles colindantes, zonas céntricas y con alto potencial
turístico y zonas concretas de la zona alta barcelonesa se pueden
superar los 20 €/m2.
El escenario
para 2015 en alquiler es de una demanda creciente, con precios estables
aunque con pequeños repuntes en zonas céntricas y para inmuebles
de gran superficie en zonas más exclusivas.
Para Madrid,
Engel Völkers considera el actual un momento idóneo para
la compra de viviendas en la capital tras la fuerte caída del 40%
sufrida por los precios desde los máximos de 2007
Con un excedente
de 43.623 viviendas en toda la Comunidad de Madrid, la demanda de propiedades
exclusivas en zonas prime ya es superior a la oferta
Madrid se convierte
en la ciudad española preferida del cliente internacional al acaparar
más del 50% de la inversión extranjera en el país
El mercado
del alquiler puede convertirse en uno de los grandes pilares de la recuperación
El dinamismo
registrado por el sector inmobiliario de alto standing en 2014 es el comienzo
de una recuperación que tendrá en Madrid a una de las ciudades
protagonistas en los próximos meses. Esta es una de las conclusiones
del Informe de mercado Madrid 2015 elaborado por la firma alemana Engel
Völkers que constata que 2014 ha sido el año del cambio de
tendencia en la demanda y los precios del sector más castigado en
la crisis.
Madrid siempre
ha atraído a los inversores extranjeros. Sólo en los nueve
primeros meses de 2014, la comunidad recibió más de 5.000
millones de euros de inversión foránea, el 52,5% del total
de España. El ser una de las primeras comunidades autónomas
en iniciar el proceso de recuperación económica, la
supremacía de su PIB per cápita, la mayor estabilidad
de precios, la contención del endeudamiento, el dinamismo de su
entorno empresarial y la recuperación de su mercado laboral, aunque
tímida, la convierten en un destino idóneo.
La menor exigencia
de esfuerzo fiscal, junto con el saneamiento de las cuentas públicas
y la relajación de las tensiones financieras una vez disipadas
las dudas sobre la solvencia nacional, han permitido que la actividad
residencial despierte de su letargo, muy condicionada por el stock de viviendas
sin vender.
El informe
repasa cuatro distritos de la capital donde las viviendas han sufrido descensos
de precios superiores al 30% desde los máximos de los años
2007 y 2008. Salamanca, donde en 2008 el precio medio superaba los 7.000
euros/m2; Chamartín y Chamberí, donde el precio ha pasado
de 5.300 euros/m2 a poco más de 3.500 euros/m2 y Centro, donde en
barrios como el de Universidad la caída cercana al 30% ha dejado
los precios en torno a los 3.000 euros/m2.
Engel
Völkers considera que el mercado de alquiler puede convertirse en
uno de los grandes pilares de la recuperación del sector inmobiliario.
Factores como la inestabilidad laboral, el cambio de la mentalidad sobre
el alquiler –que ha acercado el porcentaje de arrendamiento al 20%,
aún lejos de la media europea del 30%- y la alta rentabilidad
que ofrece al propietario en algunos casos favorecen las perspectivas del
alquiler.
Respecto a
la rentabilidad que ofrece al propietario, el Banco de España la
estima en un 4,6% (dividiendo el precio de venta entre 25 años)
frente al 3,8% de rentabilidad que ofrecen las inversiones de bajo riesgo
a 10 años. No hay ningún producto financiero de riesgo similar
con una mayor rentabilidad.
Por último,
la inmobiliaria alemana señala que la situación económica
también ha traído un cambio del perfil del arrendatario,
al incluir ejecutivos o personas de alto nivel adquisitivo con situaciones
cambiantes que optan por una opción menos comprometida en el tiempo.
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