La vigencia
del programa finaliza en diciembre de 2016 y se podrá ampliar hasta
2020 coincidiendo con el actual periodo de aplicación de los fondos
FEDER. El presupuesto de 200 millones de euros se nutre de los presupuestos
del Estado para 2015 y de los del IDAE, a diferencia del resto de ayudas
que se financian a través del Fondo Nacional de eficiencia energética.
Las ayudas
directas se complementan con préstamos reembolsables hasta el 90%
de la inversión elegible para edificios privados y 100% para edificios
públicos. Las actuaciones de eficiencia energética en la
envolvente y las instalaciones térmicas y de iluminación
tendrán una ayuda base del 30% y del 20% respectivamente sobre los
costes elegibles. La sustitución de energía convencional
por biomasa un 25% y geotérmica un 30%.
Se prevé
una ayuda adicional a los proyectos integrales que combinen distintos tipos
de actuación o eleven la calificación energética a
“A” o “B”. Las actuaciones sobre la envolvente térmica serán
sobre uno o varios de los cerramientos y no sobre viviendas o locales considerados
individualmente.
Entre las actuaciones
elegibles, se incluyen las que afectan a la gestión energética
del edificio como son la arquitectura bioclimática, los sistemas
de monitorización de consumos y los de contabilización de
consumos individuales en instalaciones centralizadas. Entre los beneficiarios
del programa se incluyen a las empresas de servicios energéticos.
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