A mediados
de mayo, Quorum Capital Investment presentó una petición
de suspensión de pagos y otra en la que instó a la disolución
de la sociedad. Lo hizo en la jurisdicción mercantil de Murcia.
El juzgado número 1 emitió el pasado 1 de julio un auto en
el que su titular, Francisco Cano, atiende ambas solicitudes. Fuentes cercanas
a este proceso indicaron que la sociedad no tenía otra salida. Lleva
más de siete meses sin pagar a sus acreedores: la Sociedad de gestión
de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) o
'banco malo', y el Banco Popular.
La empresa
en proceso de liquidación está participada por Quorum Capital
Partners (que forma parte del Grupo Durán, perteneciente al sector
hostofrutícola). También figuran como propietarios la promotora
Vivandia SL, de Totana, y Citarum Investment, que pertenece al mismo sector.
Completa el lote Alojamientos y Servicios Bosca, una sociedad valenciana
que ya lleva tiempo en liquidación y en concurso de acreedores.
Todo ha cambiado
desde hace nueve años, cuando Quorum Capital Investment llegó
a un acuerdo de compra del solar de Torreciegta con Española del
Zinc. Corría 2006 y el sector inmobiliario estaba en su apogeo.
Por eso se gestó esa sociedad formada por las empresas inmobiliarias,
con el aval de la pujanza económica del Grupo Durán. Española
del Zinc les vendió los 550.000 metros cuadrados de suelo industrial,
por 142 millones de euros.
El lote era
de dos parcelas. Una de ellas, más pequeña, está situada
junto
a la Avenida Tito Didio y estuvo inmersa en un proceso de segregación
para su venta por separado que fracasó. La otra, mucho más
grande, contiene las balsas llenas de metales pesados.
La sociedad
compradora pidió préstamos por valor de más de 30
millones de euros para hacer el anticipo de alrededor de 40 por los terrenos.
Dio un plazo de dos años para pagar el resto, cuando le fuera entregado
el solar, limpio y listo para urbanizar. El acuerdo fue avalado por el
Ayuntamiento, que se comprometió a cambiar el uso industrial por
otro residencial si los terrenos eran descontaminados en 24 meses y los
250 trabajadores seguían con la actividad en otra planta o recibían
las indemnizaciones por despido que les correspondían (unos 20 millones).
Zinsa incumplió
el acuerdo, entró en concurso de acreedores y fue liquidada. Quorum
Capital Investment se quedó con unos terrenos sin descontaminar
y tuvo que asumir la responsabilidad subsidiaria de pagar a los exempleados
si algún día pretendía urbanizar y construir viviendas
allí. Seis años después, el juzgado número
1 de lo Mercantil ha admitido las peticiones de concurso de acreedores
y de liquidación de la sociedad, cuyos promotores llevan siete meses
de retraso en el pago de los créditos hipotecarios. Hasta ahora,
solo ha habido dinero para pagar los intereses. El capital a devolver sigue
intacto: 30 millones de euros. Ni el Sareb, que asumió los créditos
del Banco de Valencia, de Cajamurcia y de la Caja de Castilla-La Mancha;
ni el Banco Popular han querido ejecutar un embargo y quedarse con uno
suelo que actualmente tiene nulas posibilidades de acoger una promoción
residencial.
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