ANTECEDENTES
17.10.2014
Es una de
las operaciones más esperadas dentro del mercado de oficinas: la
venta del número 26 de la madrileña calle de Ríos
Rosas, famoso por haber sido en el pasado sede de Telefónica. De
hecho, la operadora continúa ocupando algunas plantas, un elemento
que también jugará su papel en este nuevo cambio de manos
que ultima ING.
Con una
superficie de 35.000 metros cuadrados y ubicado en el castizo barrio de
Chamberí, en contra del inmueble juega que el comprador deberá
llevar a cabo una importante remodelación, según confirman
las mismas fuentes, lo que presionará a la baja el importe de las
ofertas.
El banco
holandés lidera a las entidades acreedoras que financiaron a Nozar
la adquisición de este edificio en 2007 por 213 millones de euros
al fondo Peabody.
Este vehículo
de inversión, controlado por JP Morgan y Connor Capital Parteners,
se lo había comprado tres años antes, a principios de 2004,
a Telefónica por 111 millones de euros, todo un pelotazo, ya que
con el pase al quebrado grupo de la familia Nozaleda logró unas
plusvalías de 100 millones de euros en poco tiempo.
ING encabezaba
a las compañías que financiaron a NZ Patrimonio, filial de
Nozar, la compra del inmueble de Ríos Rosas. Pero, como el resto
del otrora imperio de los Nozaleda, la sociedad terminó declarándose
en concurso en abril de 2010 y los diferentes acreedores han ido cobrándose
sus deudas en la medida de lo posible.
Desde prácticamente
el principio, el quebrado grupo tuvo problemas para hacer frente a sus
compromisos financieros en esta operación, otro ejemplo de los excesos
de la burbuja, como demuestra el hecho de que pidiera un crédito
de 24 millones de euros a Royal Bank of Scotland e ING para hacer frente
al IVA de la compra de Ríos Rosas, crédito que Nozar respaldó
solidariamente.