Según
el ayuntamiento en el convenio se contempla una recalificación urbanística
que prevé la demolición de los edificios secundarios, que
están protegidos y no se pueden derribar; en la modificación
del PGOU "no queda garantizado el que los nuevos usos y edificabilidad
que se propongan habrán de ser compatibles con los elementos que
lo configuran"; o la afección que el proyecto tiene sobre los jardines
Manuel Ferrand, contiguos al edificio. El documento acuerda "informar desfavorablemente
y dar traslado a la Delegación Territorial de Educación,
Cultura y Deporte para la emisión que proceda a los efectos previstos
en el artículo 29.4 de la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio
Histórico de Andalucía, en el ámbito de sus competencias
legales".
En declaraciones
a los medios de comunicación, Juan Espadas ha manifestado que el
reciente dictamen desfavorable de la Comisión Provincial de Patrimonio
Histórico a la modificación puntual número 12 del
Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Sevilla, destinada precisamente
a permitir usos terciarios y de interés público y social
en los suelos de la antigua planta de Altadis, deriva de "decisiones tomadas
unilateralmente entre el anterior gobierno municipal y Altadis".
Según
el proyecto de convenio firmado en el pasado mandato entre el Ayuntamiento
y los representantes de la multinacional, la parcela, de 26.177 m2, sería
dividida entre 15.585 m2 que quedarían en manos del Consistorio
a modo de espacios libres de dominio público, contando además
el Ayuntamiento con el edificio principal de la fábrica y la capilla
que usa la hermandad de las Cigarreras. Altadis, de su lado, contaría
con 8.176 m2 divididos en dos parcelas con una edificabilidad máxima
de 8.000 y 23.000 m2 cada una de ellas. Mientras el Ayuntamiento preveía
destinar a equipamientos públicos su parte de los terrenos, Altadis
esperaba vender su parte para su aprovechamiento en materia de usos terciarios.
Dado que el
vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) cataloga la finca
como suelo industrial singular, toda la operación requería
obviamente una modificación del Plan General de Ordenación
Urbana, pues los terrenos a entregar al Ayuntamiento necesitaban ser declarados
Suelo de Interés Público y Social (SIPS) y el resto debía
ser recalificado como espacios de uso terciario.
Los términos
de la operación urbanística, por cierto, han generado no
poco debate, pues la recalificación posibilitaría la creación
de una superficie comercial más en la ciudad y el reparto de la
edificabilidad permitiría construir una torre sobre los actuales
jardines de Manuel Ferrand.
En marzo, el
pleno del Ayuntamiento aprobaba, con el voto en contra de PSOE e IU-CA,
el documento inicial de la modificación puntual número 12
del Plan General de Ordenación Urbana, destinada como hemos señalado
a reordenar el conjunto fabril y su entorno urbano.
La Comisión
Provincial de Patrimonio Histórico debía pronunciarse también
al respecto porque el edificio principal de la fábrica goza de una
protección de grado C y su dictamen ha resultado finalmente desfavorable.
Ya que según los miembros de la comisión, es necesario "el
mantenimiento del conjunto fabril, resultado de un proyecto unitario de
gran valor arquitectónico", toda vez que los "los nuevos usos y
edificabilidad que se propongan habrán de ser compatibles con los
elementos que lo configuran" y tal extremo "no queda garantizado" con la
presente propuesta de recalificación y aprovechamiento.
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