Todavía
está pendiente de resolución un recurso de Tzaneen International
que pedía la suspensión de la subasta del próximo
día 30 y que se volviera a las condiciones de la primera subasta
convocada para el pasado 19 de junio, luego suspendida, que contemplaba
en la misma una opción de compra sobre los terrenos industriales.
A la vista
de la ausencia de ofertas para la adquisición de la explotación
unitaria de la concursada, lo que se subastará será un paquete
fijado por los administradores concursales que incluyen los terrenos, inmuebles
y equipamientos que se hallen dentro de la "zona aire" como son la pista
de aterrizaje, la plataforma de rodadura, los hangares y la torre de control.
Además,
se incluye la terminal, el aparcamiento exterior y los viales, acerados
y jardines, la pasarela en construcción que une la terminal con
la vía férrea y todos los terrenos por los que discurre o
que sean necesarios para que la estructura llegue hasta la línea
de ferrocarril.
Forman parte
de este lote el resto de los edificios e instalaciones necesarias para
el funcionamiento del aeropuerto que se hallan fuera de los terrenos descritos,
y todo el equipamiento y mobiliario.
Del mismo modo,
se añaden los terrenos propiedad de la concursada de uso exclusivamente
agrario que sean necesarios para cumplir obligaciones establecidas en la
Declaración de Impacto Ambiental.
La subasta
se realizará sin sujeción a precio mínimo de salida
y se aprobará el remate a favor de la mejor postura, cualquiera
que sea su importe. Sin embargo, sólo se admitirán ofertas
de pago a plazos si son por un precio superior a 40 millones de euros.
El aeropuerto
de Ciudad Real, con una pista de 4.000 metros de longitud, una calle de
rodaje paralela de 3.000 metros, 10 puertas de embarque y capacidad para
2,5 millones de pasajeros. Siete años después de la inauguración
continúa la venta de una infraestructura que costó 450 millones
de euros a cargo, fundamentalmente, de la extinta Caja Castilla La Mancha
(CCM).
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