Tras el fallecimiento
de la condesa, la Universidad de Navarra anunció en mayo de 2013
sus intenciones de construir una clínica universitaria que sirviese
de segunda fase para la implantación de sus instalaciones en la
capital. Un complejo de 30.000 metros cuadrados de instalaciones y 6.000
de aparcamiento, con 60 camas y servicios de atención para numerosas
patologías divididas en cuatro grandes áreas médicas
(Oncología, Mujer, Cardiovascular y Diagnóstico de Alta Resolución)
sobre una parcela de 45.000 metros cuadrados, que serviría de aglutinante
de sus servicios en Madrid. En el mes de junio, el Ayuntamiento materializaba
la cesión de la finca de Torre Arias.
En el Pleno
municipal de enero de 2014, a consultas de Izquierda Unida, la delegada
de Urbanismo, Paz González, manifestó el interés de
la Universidad de Navarra (manifestado "a través de la Fundación
Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno", según la propia
edil) de instalarse en la finca de Torre Arias para convertirla en la sede
institucional de su nuevo proyecto en Madrid, materializado en un plan
especial aprobado en mayo de 2014. El acuerdo con el Ayuntamiento planteaba
el mantenimiento de la finca a cambio del usufructo de los edificios históricos
para la universidad, dejando el parque en régimen de uso público
y de servicios a la ciudad. La decisión tuvo tal contestación
vecinal y política que los juzgados echaron atrás el plan
especial planteado por el Consistorio y la Universidad de Navarra abandonó
sus pretensiones, alegando la búsqueda de opciones más económicas
para su proyecto. Entretanto, la finca continúa cerrada.
La puesta en
marcha de la clínica está prevista para 2016 y aún
no ha habido anuncios sobre posibles ampliaciones. La Universidad de Navarra
admite, a consultas de Madridiario, que su deseo es crear un campus en
la capital en el futuro, aunque desmiente que tengan decididas las parcelas
en las que se ubicará, ni los plazos en los que se producirá
dicha ampliación. Por el contrario, fuentes del Área de Urbanismo
explicaron a este periódico digital que los planes de la Universidad
de Navarra pasan por hacerse con las parcelas limítrofes (solo en
la parcela dos del APE quedan 38.000 metros cuadrados de edificabilidad
y en dos parcelas cercanas, otros 19.000), a modo de reserva para futuras
ampliaciones de su complejo educativo. A pesar de los reiterados intentos
de este medio de comunicación, no ha sido posible recabar la postura
de Inversiones Tirema ni la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán
el Bueno, en la persona del máximo responsable de ambas, Teodoro
Sánchez-Ávila.
Inversiones
Tirema S.L.U. fue creada en 2004 por la condesa de Torre Arias, Tatiana
Pérez de Guzmán el Bueno y Seebacher, fallecida sin descendencia
el 1 de octubre de 2012. Su objeto social era la construcción, promoción
y compraventa de bienes inmuebles, la explotación de toda clase
de actividades hoteleras y las explotaciones agrícolas, agropecuarias,
ganaderas y forestales. Tiene un capital social de 15 millones de euros
y un capital suscrito de 342,39 millones (el capital de la condesa se estimaba
en bastante más de 500 millones de euros). Su actual administrador
único, a la muerte de la aristócrata, es el antiguo secretario
de la finada y apoderado de la entidad, Teodoro Sánchez-Ávila
Sánchez-Migallón, también administrador único
de la fundación que lleva el nombre de la difunta aristócrata,
creada poco antes de la muerte de la condesa (9 de abril de 2012), con
fines de carácter formativo, educativo y científico.
El Ayuntamiento
de Madrid obtuvo la parcela ahora enajenada el 15 de marzo de 2011, en
virtud de un acuerdo entre el ayuntamiento, la condesa e Inversiones Tirema,
que revisaba el convenio firmado el 30 de junio de 1986 entre el Gobierno
municipal de Enrique Tierno Galván y los condes de Torre Arias.
El convenio original planteaba la cesión gratuita obligatoria de
la enorme finca de Torre Arias (13,45 hectáreas), a cambio de aprovechamientos
urbanísticos sobre más de 170.000 metros cuadrados recalificados
como urbanizables en el Plan General de Ordenación Urbana de 1985,
en zonas como el Arroyo del Santo, entre otras ubicaciones. La modificación
del convenio estribó en la cesión de otros 30.066 metros
cuadrados de zonas verdes y viarias, y la cesión de una parcela
para terciario y oficinas, que es la actualmente enajenada y que salió
a subasta en septiembre de 2012 sin éxito. Es decir, la parcela
regresa a las manos de sus antiguos propietarios.
En paralelo
a la revisión de dicho acuerdo, el ayuntamiento aprobó inicialmente
el 28 de marzo de 2011 (la aprobación definitiva se produciría
el 15 de septiembre del mismo año) la reparcelación de la
parcela 2 del Área de Planeamiento Específico 20.20 'Norte
Torre Arias' (antes API 20.15, cuyo desarrollo urbanístico fue finalizado
en 2006 y cuyos usos se transformaron de industrial a terciario en época
de Alberto Ruiz-Gallardón), propiedad de Inversiones Tirema S.L.U.,
calificada como de uso terciario, con una superficie de 66.407 metros cuadrados
y una edificabilidad de 68.117. En esta parcela está incluido el
terreno enajenado ahora por el Gobierno municipal.
Según
el expediente de Planeamiento Urbanístico del Ayuntamiento de dicha
reparcelación, el ayuntamiento realizó, en paralelo al estudio
de impacto ambiental, un estudio de detalle, aprobado en noviembre de 2014,
que desembocó en la agrupación de cuatro de las parcelas
resultantes de la reparcelación antes mencionada para conformar
un nuevo terreno de 44.121 metros cuadrados de superficie que permitiría,
en enero de 2015, el inicio de las obras para construir la clínica.
El expediente urbanístico sobre el APE 20.20 plantea la creación
de un eje terciario que sirva de escaparate para la zona, la reorganización
de este entorno para obtener una mayor accesibilidad con las zonas verdes
colindantes (finca Torre Arias) y aumentar los equipamientos existentes
en el ámbito.
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