El modelo
de cooperativa de vivienda ha sido el vehículo más utilizado
en los últimos años, motivado principalmente por la desaparición
de las principales promotoras del país durante la crisis inmobiliaria.
En este año
destaca la llegada de los nuevos inversores internacionales que ofrece
una oportunidad única para el inicio de una recuperación
real del sector y hace posibles nuevas actuaciones y proyectos de envergadura.
El dinero extranjero viene buscando verdaderas oportunidades, teniendo
en cuenta que los precios en España se han ajustado suficientemente
como para permitir un retorno de la inversión que consideren satisfactorio,
a lo que ahora se suma el incentivo añadido de la mejoría
de las expectativas económicas del país.
Poder aprovechar
esta ocasión para las cooperativas de viviendas destaca la capacidad
de los gestores de las mismas para materializar acuerdos estratégicos
con los fondos de inversión. Estos últimos disponen del capital
necesario para reactivar el sector pero carecen de equipos solventes que
lideren la esperada nueva era inmobiliaria y obtengan las rentabilidades
exigidas por los mismos.
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