Los magistrados
coinciden con los arquitectos en que el Ejecutivo local en la ordenanza
exige un proyecto pero solo de manera formal porque la documentación
que pide es más propia de un proyecto de ejecución y para
eso no tiene competencia.
El Concello
por ejemplo solicita datos sobre la estructura de la obra ("cimentación,
estructura portante y estructura horizontal"), el sistema envolvente, los
acabados, el sistema de compartimentación, la seguridad estructural
y de utilización, salubridad, protección frente al ruido,
ahorro de energía, información geotécnica, estudio
de seguridad y salud, alzados secciones y planos, entre otros. Todos estos
datos "corresponden a la fase del proyecto de ejecución" pero en
Oleiros "se incluyen en la documentación mínima que tiene
que tener el proyecto para solicitar licencia", según destacan los
magistrados.
El Superior
destaca que la ordenanza de forma "implícita" exige datos que están
vinculados también al proyecto de ejecución, como los planos
de estructuras, que obligan a hacer cálculos y dimensionados. Es
decir, se exige más de lo que se dice expresamente.
En 2008 un
juzgado de A Coruña ya anuló la anterior ordenanza de obra
mayor de Oleiros por razón similar y el Ejecutivo explicó
entonces que al exigir más se ganaba tiempo y trabajo a los funcionarios,
al no tener que intervenir tantas veces en el mismo expediente.
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