El procedimiento
habitual para el diseño inicial de fachadas de hormigón
arquitectónico es el siguiente:
• En primer
lugar, se establece la apariencia arquitectónica del alzado del
edificio, sin prestar demasiada atención a los detalles en esta
etapa.
• Habiendo
llegado a un esbozo del diseño de los alzados, ha de ser determinado
el papel que han de representar las juntas entre paneles, pudiendo
quedar vistas u ocultas dentro del patrón elegido, teniendo en cuenta
donde son aceptables las juntas desde un punto de vista arquitectónico
y dónde no.
• A continuación,
la fachada se divide en piezas individuales para dar la orden de
fabricación. La subdivisión depende de las posibles
posiciones de juntas, cambios en material de revestimiento, detalles
arquitectónicos salientes, tamaño y peso de las unidades,
y la relación entre la estructura interna y la fachada con respecto
a la planificación y fijación de paneles, etc.
Las dimensiones
máximas de los paneles son particulares de cada fabricante y vienen
fundamentalmente limitadas por el transporte, siendo las máximas
de 12,00 x 3,20 m. aprox.
El espesor
de los paneles es función de su superficie, siendo generalmente
de 10 y 12 cm en el caso de los paneles autoportantes (se limitan
a cumplir una función de cerramiento) y de 14 cm. o más en
el caso de los paneles portantes (además de servir de cerramiento
del edificio, forman parte de la estructura principal sustituyendo
a los pilares).
Hay mayores
espesores en el caso de paneles sándwich, en que el aislamiento
térmico va incorporado entre las dos capas exteriores de hormigón.
|