Hay que estimar
la cuantía destinada a mobiliario
y maquinaria, donde se sumaran los costes
de las camas, mesas, armarios, televisiones,
ordenadores, etc.
En materia
de subvenciones, todo depende de la zona.
En primer lugar
hay que analizar cómo se encuentra el
sector en la zona elegida para ubicar
nuestro centro, en este estudio deberemos tener en cuenta el tamaño
de las empresas competidoras, en la mayoría de los casos nos
encontraremos con pequeñas y medianas residencias,
que deberemos clasificar utilizando distintos
tipos de clasificación.
Clasificación
de residencias de tercera edad.
Por el número.
Residencias
pequeñas, que son las que tienen un número de plazas
inferior a 40, residencias medianas, entre 40 y 100 plazas, y residencias
grandes de más de 100 plazas.
Por el
tipo de usuario.
En función
de la autonomía del residente dividiremos
los centros en residencias para válidos, si tienen autonomía
para realizar las actividades de la
vida cotidiana, residencias para asistidos,
si los residentes tienen dependencia de
algún tipo, física, mental o funcional,
y residencias mixtas, si el centro tiene personas de los dos
tipos referidos anteriormente, y que son
la mayoría de residencias.
Por el tipo
de plazas.
Hay residencias
cuyas plazas son permanentes, y otras temporales, de día completo,
centros de día, etc.
Por el tipo
de financiación.
En esta clasificación
nos encontramos con dos tipos, por un lado las residencias que ofrecen
plazas públicas y por otro, las residencias que ofrecen plazas
privadas, en las primeras el coste que tiene que aportar el residente
se ve minorado por la aportación de algún organismo
público, mientras que en las segundas
el coste corre íntegramente por cuenta del alojado.
Por el
tipo de gestión.
Diferenciaremos
entre las residencias públicas, dependientes
de una administración, privadas, que
son un negocio independiente, que pueden ser, o no, de
iniciativa social (promovidas por congregaciones religiosas,
asociaciones, fundaciones, etc.) concertadas, que combinan
las características de las dos anteriores.
Por el
tipo de atención.
En función
de si atienden a ancianos con cualquier
tipo de problemas, o sólo con
algún problema específico, encontraremos
las residencias generales y específicas.
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