Para cubrir
la demanda de alquiler, España necesitaría construir un millón
de nuevas viviendas. Esta predicción la hizo Concha Osácar,
co-fundadora de Azora, una empresa de inversión que gestiona 12.500
unidades de alquiler y es el mayor gestor inmobiliario institucional en
el país.
En 2007, según
las estadísticas de la UE, el 80,6% de la población española
vivía en una casa de su propiedad, unos puntos por encima de los
niveles de Grecia, Portugal e Italia. Eso es muy por encima de la tasa
de propiedad 50-60% en lugares como Alemania, Austria, Francia y Alemania,
o el 64% en la actualidad en los EE.UU.
Pero la marea
inmobiliaria ha comenzado a girar. Mientras que la propiedad sigue siendo
alta, entre 2007 y 2013 la población española que vive en
alquiler creció de 19,4% a 22,3%. (Irlanda, que también pasó
por un boom inmobiliario y se registró un crecimiento aún
mayor en el alquiler.)
El cambio ha
sido más pronunciado entre los jóvenes y urbanos españoles.
La parte de las personas menores de 30 años que viven en la vivienda
de alquiler ha crecido de 38.1% en 2007 a 49,4% en 2011, según el
Ministerio de Fomento de España. Y en Madrid, la población
de inquilinos ha pasado de un 9% en 2000 al 25% hoy en día.
En junio de
2013, España modificó la normativa de arrendamientos urbanos.
En concreto, el preámbulo de la ley señaló que el
objetivo era aumentar la flexibilidad laboral y reducir el número
de propiedad pero vacías las casas de España (en un escandaloso
3,4 millones, la más alta de Europa). Según un estudio del
Banco Central de España, la movilidad laboral interregional fue
dos veces mayor en los países con poblaciones de alquiler más
grandes, como Alemania y Francia, que en los países "propietarias",
como España e Italia.
Para atraer
a los propietarios para convertirse en propietarios, España redujo
la duración del contrato de alquiler de cinco a tres años
y lo hizo más fácil para desalojar a los inquilinos. Para
desalojar a un inquilino que no paga, que solía tomar 18 a 24 meses,
ahora se puede hacer en cuatro a seis.
En España
no existe un mercado para el tipo de edificios de alquiler de viviendas
como los que existen en EE.UU., Alemania, los Países Bajos y los
países nórdicos, donde es mucho más fácil encontrar
vivienda en alquiler.
Todo parece
indicar que los fondos inmobiliarios extranjeros y las SOCIMI aprovecharán
esta demanda española por el alquiler de vivienda.
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