Ikea tiene
firmado con los propietarios del suelo un acuerdo de compra condicionado
a la obtención de sus exigencias-, consistentes inicialmente en
la recalificación urbanística de 149.000 metros cuadrados,
cifra que superaba en 41.409 metros cuadrados el tope establecido por el
Plan General.
El ayuntamiento
optó inicialmente por una modificación del PGOU, pero las
reticencias mostradas desde la Junta -y el grave precedente que habría
supuesto con respecto a otros propietarios de terrenos- le hizo optar por
una segunda opción: una rebaja de las ambiciones de Ikea en 25.270
metros cuadrados y la distribución del excedente restante en otros
usos hasta ajustarlos al Plan General.
El Ayuntamiento
tuvo que renunciar a su primera opción, un enlace desde la futura
SE-35, después de que la Unión Europea, a instancias de la
plataforma del Parque del Tamarguillo, abriera un expediente contra el
proyecto de esta vía urbana. La alternativa, formalizada con el
convenio es la carretera SE-20.
El siguiente
paso será la aprobación de los proyectos de reparcelación
y urbanización, con sus correspondientes plazos de alegaciones.
En paralelo, el Ayuntamiento deberá afrontar la construcción
de los accesos que demanda la multinacional sueca. En la carretera SE-20,
desde ahora de propiedad municipal, se trata de modificar el enlace existente
con la autovía A-4, construyendo un nudo que incorpore las conexiones
con San Nicolás Oeste. El Consejo de Ministros aprobó el
pasado 20 de marzo un gasto de 13,3 millones para ejecutar esa reforma
y otras actuaciones complementarias.
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