El Juzgado
Mercantil 2 de Sevilla declaró en abril de 2010 el concurso de acreedores
de Novaindes, que según el informe de la Administración Concursal
tenía una deuda de 237,8 millones de euros y unos activos de 165
millones de euros, por lo que su déficit patrimonial era de casi
73 millones.
Cuatro meses
después, la Caja de Ahorros de Galicia, hoy NovaCaixaGalicia, solicitó
la ejecución hipotecaria del crédito de 42,9 millones de
euros que otorgó a Novaindes con la garantía del solar de
la Florida. Como NovacaixaGalicía reclamaba además 12,8 millones
de euros en concepto de intereses y costas, la cantidad total exigida por
el banco era de 55,7 millones de euros.
Entretanto,
NovacaixaGalicia transfirió ese préstamo a Sareb, que se
personó en el Juzgado de Primera Instancia 13 para proseguir con
la reclamación como propietario del crédito hipotecario que
se había concedido a Novaindes. En septiembre de 2013 el juzgado
anunció la venta pública en subasta de la finca. Nadie pujó
por la finca, quedando desierta la subasta, por lo que Sareb solicitó
al Juzgado de Primera Instancia que se le adjudicaran «los bienes
subastados por la cantidad de 60.9 millones de euros, que es igual, el
50% del valor de tasación de dicho lote», quedando así
satisfecha la deuda que Novaindes.
Los 80
particulares que entregaron 1,8 millones de euros a Novaindes para la compra
de viviendas de entre 70 y 120 metros cuadrados, así como trasteros
y plazas de garaje finalmente recuperaron en 2014 el dinero, entre otras
cosas gracias a que la Administración Concursal logró que
Bankia devolviera a Novaindes 13,9 millones de euros de un IVA no entregado.
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