El teniente
de alcalde y responsable municipal de Urbanismo, Antón Louro, volvió
a lamentar que los fondos para el estreno del ARI "lleguen con dos años
de retraso, por la falta de financiación del plan estatal". Además,
subraya "los recortes por la no participación de la Xunta de Galicia,
que, por primera vez, no aporta fondos para las subvenciones a la rehabilitación".
Louro destacó que estas 187 actuaciones propuestas se refieren a
adecuaciones de fachadas, cubiertas y carpinterías exteriores; mejora
de elementos comunes y, finalmente, de viviendas propiamente dichas, con
la finalidad de mejorar sus condiciones de habitabilidad y accesibilidad.
Esta primera fase se ciñe, por tanto, a las anualidades de 2015
y 2016 y contempla un presupuesto total de 6.013.733 euros. Según
los cálculos municipales, el Ministerio de Fomento aportaría
2.104.806 euros y el Concello, 700.746 euros; mientras que los propietarios
de las viviendas por rehabilitar deberán hacerse cargo de los 3.208.180
euros restantes, toda vez que desde la Xunta no llegaría fondo alguno.
En cuanto al
reparto de los fondos por su utilización final, un total de 4.935.661
euros estarán destinados a la rehabilitación del parque edificatorio,
959.506 euros a obras de reurbanización del espacio público,
130.307 euros a gastos de la Oficina municipal de Rehabilitación
y 148.207 euros a otros gastos. En todo caso, el concejal de Urbanismo
quiso dejar ayer claro que esta es "una propuesta que el Concello hace
a Fomento y es maximalista", es decir, que incluye todos los proyectos
que ahora hay sobre la mesa. Recuerda que "será el ministerio, en
el reparto de los fondos del Plan Estatal el que ponga las cifras finales",
y se teme que haya un recorte sobre esos seis millones solicitados. El
reparto se concretará en la habitual firma del convenio con la comisión
bilateral Estado-Xunta, aún pendiente, si bien la concejalía
ya trabaja, mientras tanto, en la redacción de la convocatoria y
las bases que regularán la concesión de las subvenciones,
con el objetivo que el ARI puede comenzar su andadura lo antes posible.
El importe
de la subvención que percibirán los propietarios que se acojan
a los beneficios de la ARI será de un máximo de 11.000 euros
por vivienda o un 35% del presupuesto protegible. La cuantía sólo
puede incrementarse en caso de realojo durante la duración de las
obras o reconstrucción o relevo de viviendas demolidas.
La memoria-programa
aprobada en una sesión extraordinaria de la junta de gobierno local
será remitida al Ministerio de Fomento, organismo encargado de distribuir
los fondos del Plan Estatal de Vivienda 2013-2016, en el que se incluye
el nuevo ARI. Es previsible que el reparto de Fomento reduzca la cuantía
de la dotación.
Las cuentas
del Concello para esta primera fase suman 6.013.733 euros, de los que Fomento
aportaría 2,1 millones, las arcas municipales 700.000 y los propietarios
de las viviendas a rehabilitar, los 3,2 millones restantes. Hay que recordar
que las subvenciones serán de un máximo de 11.000 euros por
vivienda, y nunca por más del 35 % del presupuesto. «Facemos
unha proposta maximalista -insistió Louro-. Será o ministerio
o que poña as cifras finais». En este sentido, el teniente
de alcalde lamentó «que os fondos para a estrea desta ARI
cheguen con dous anos de retraso -ya que el Plan Estatal de Vivienda entró
en vigor en el 2013-, e ademais, con recortes por mor da non participación
da Xunta de Galicia, que por primeira vez non achega fondos para as subvencións
á rehabilitación».
Louro señaló
que las actuaciones previstas en viviendas «refírense a adecuacións
de fachadas, cubertas e carpinterías exteriores, e mellora de elementos
comúns. Tamén nas vivendas propiamente ditas, coa finalidade
de mellorar as condicións de habitabilidade e accesibilidade».
Del total de
la inversión se prevé que 4,9 millones se destinen a rehabilitación
de propiedades privadas y algo más de 950.000 euros, a obra pública.
La memoria contempla actuaciones en las calles Tristán de Montenegro,
Pratería Vella y Eirado de Alvar Páez (todas en el entorno
de Santa María), así como financiar el cierre del perímetro
del espacio arqueológico del puente del Burgo, los nuevos quioscos
de A Ferrería y la mejora de la eficiencia energética de
la iluminación ornamental del centro histórico.
|