5
de marzo de 2015
NOTICIA
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INDEMNIZACIÓN
POR ABANDONO DE CENTRO COMERCIAL ANTE LA FALTA DE LICENCIA
Convertir
conocimiento en valor añadido:
Guía práctica inmoley.com de contratos de centros comerciales.
En este caso, Leroy Merlín rescindió su contrato en el centro
comercial de Torrecárdenas por un problema de licencias. Este caso
debe entenderse en relación a la problemática de las licencias,
que es muy usual, pero la sentencia hubiese sido distinta si en el contrato
hubiese habido una serie de prevenciones en materia de licencias y plazos.
Por otra parte, las notificaciones entre las partes son muy importantes
a efectos de que la parte perjudicada pueda alegar en plazo cualquier incumplimiento
contractual. En este caso, la indemnización será de 6,5 millones
de euros a favor de Bogaris Retail. Estos aspectos se analizan en la guía
práctica de contratos de centros comerciales.
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prácticas
El Juzgado
de Primera Instancia número 5 de Almería ha condenado a la
multinacional francesa Leroy Merlín a satisfacer con 6.562.500 euros
al grupo sevillano Bogaris Retail por abandonar el proyecto del parque
comercial de Torrecárdenas. Leroy Merlín había firmado
un contrato en 2007, por el que se comprometía a instalarse en la
superficie y abrir el que iba a ser el mayor establecimiento de la conocida
firma de bricolaje en Andalucía. Era una de las principales locomotoras
de la iniciativa empresarial.
La sentencia,
sobre la que cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial,
estima parcialmente la demanda interpuesta por Bogaris, que solicitó
en un primer momento una suma 13.125.000 euros a razón de cada una
de las diez anualidades de arrendamiento pactadas en el contrato, si bien
la juez considera "absolutamente desorbitada" dicha cuantía, puesto
que los terrenos adquiridos por la promotora "permanecen en su patrimonio
y gozan de valor económico" sin que se haya, considera, vislumbrado
algún tipo de "depreciación".
La magistrada
desestima, no obstante, las alegaciones realizadas por Leroy de que tuvo
que rescindir el contrato ya que la licencia de obras destinada a la construcción
del edificio que albergaría la tienda era "nula de pleno derecho"
y en que esta autorización no contemplaba otros espacios como aparcamientos
y accesos, "imprescindibles" para su actividad. Por ello, Leroy Merlín
interpretó que se habían incumplido los plazos que marcaba
el contrato para conseguir los permisos.
La sentencia
recoge el contrato de arrendamiento firmado entre ambas partes en junio
de 2007 por el que Bogaris cedería a la marca de bricolaje una superficie
de 12.500 metros cuadrados en el futuro espacio comercial. Así,
en abril de 2009 las partes firmaron una addenda al contrato para ampliar
los plazos para solicitud de licencias de obras del edificio y del resto
del parque, que permitían retrasar esta fecha hasta el 15 de mayo
de 2011.
Una vez fueran
obtenidos los permisos y para garantizar el cumplimiento de sus futuras
obligaciones, Leroy Merlín debía entregar un aval de 600.000
euros. Con esto, el 11 de mayo de 2011 -cuatro días antes de la
fecha límite acordada-, la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento
concedió a Bogaris la licencia de obras para la construcción
de local. Leroy Merlín desistió del contrato el 30 de mayo.
La empresa
impulsora del parque comercial, que tenía previsto iniciar las obras
de urbanización en junio, demandó a la francesa al entender
que había incumplido con sus obligaciones contractuales siendo,
para Bogaris, el verdadero motivo las "circunstancias económicas".
La magistrada da la razón al grupo sevillano al revisar que el contrato
suscrito entre ambas partes solo hace referencia a la licencia del "edificio"
sin que aparezca el resto de infraestructuras del parque comercial.
Junto con esta
interpretación, la juez admite un cruce de correos electrónicos
entre los representantes de ambas empresas, en los que Bogaris hacía
constar que se había solicitado licencia solo para el edificio sin
que Leroy indicara "objeción alguna al respecto" ni manifestara
"ninguna advertencia o reproche" a fin de que la misma englobase el parque
comercial en su totalidad.
Según
fuentes del Ayuntamiento, otra sentencia ha sido favorable a los intereses
de los promotores del parque comercial frente a los propietarios de suelo
del sector al que pertenece Bogaris, quedando resueltos los conflictos
internos de la Junta de Compensación por los cuales las obras de
urbanización llegaron a estar varios meses suspendidas temporalmente
por orden judicial. Otro de los últimos escollos es la licencia
de Comercio que, según garantizó el concejal de Urbanismo,
Bogaris Retail no precisa debido al cambio de la normativa andaluza que
admite los proyectos pormenorizados "como es -dijo- el caso".
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