Villar Mir
compró en diciembre de 2012 los siete edificios ubicados en el número
1 de la plaza de Canalejas, el número 7 de la Carrera de San Jerónimo,
y los números 6, 8, 10, 12 y 14 de la calle de Alcalá. Pagó
215 millones al Banco Santander. En julio de 2014 inició la construcción
de un centro comercial de 15.000 metros cuadrados, un hotel de cinco estrellas
y pisos de lujo.
El pasado 26
de marzo, el ayuntamiento suspendió la construcción de un
10% del complejo porque detectó la demolición de pilares,
forjados, entrevigados y escaleras pertenecientes a las zonas protegidas.
Villar Mir
está pendiente aún de un expediente que le abrió la
Comunidad (paralizado a la espera de que la Fiscalía finalice su
investigación) y que podría suponer en multa.
ANTECEDENTES
La inmobiliaria
vasca R&A Palace Gestión demandó hace unos meses al grupo
Villar Mir y pidió la suspensión cautelar de las obras en
el complejo formado por siete edificios ubicados en la calle Alcalá
y en la plaza de Canalejas.
El conflicto
de R&A Palace con Canalejas tiene su origen en 2006 cuando el entonces
propietario de los edificios, el Banco Santander, pactó con el grupo
vasco la venta del complejo por 325 millones. Sin embargo, R&A Palace
no cumplió con el calendario de pagos establecido y Santander rescindió
el contrato. En 2012, el banco vendió el complejo a Grupo Villar
Mir por 215 millones.
El pasado 14
de octubre, Villar Mir recibió la notificación por el que
debía paralizar las obras de rehabilitación. No obstante,
la compañía logró continuar con las reformas, presentando
un aval de 163.000 euros. Ahora, ese importe será reintegrado.
La demanda
supuso un revés a los planes del grupo que días antes había
logrado el apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid al proyecto
a cambio de reducir la edificabilidad.
La sentencia
conocida ayer desestima la demanda de R&A Palace al considerar que
“carece por completo de legitimación para promover este proceso
sumario de obra nueva”. R&A ha anunciado que recurrirá.
En Canalejas,
Villar Mir prevé construir un hotel de cinco estrellas gestionado
por la cadena Four Seasons, una veintena de viviendas de lujo y una galería
comercial de 15.000 metros cuadrados.
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