El área
de Servicios Públicos está ultimando un expediente para que
Urbanismo modifique el plan general y, de este modo, se pueda aplicar este
sistema, que trata de sortear las dificultades económicas que provocan
que las empresas no apuesten ya por los parkings como modelo de negocio.
De este modo,
se está tramitando expediente para analizar urbanísticamente
la posibilidad de modificar el planeamiento y convertir el sótano
de la escuela infantil en bien patrimonial, lo que permitiría, posteriormente,
iniciar los trámites para la enajenación del subsuelo de
dicha parcela mediante licitación pública. Lo cierto es que
no hay construido un aparcamiento como tal. En su momento (en el 2010 finalizó
la construcción del centro), se decidió construir un sótano
en la escuela infantil de Parque Bruil para habilitarlo más adelante
como aparcamiento. El espacio, situado en la calle Vicente López
Abadía de Zaragoza, lleva tapiado desde entonces.
Esta sería
la segunda vez que el Ayuntamiento de Zaragoza utilice la fórmula
de enajenar el subsuelo para desbloquear la construcción de aparcamientos.
Con el modo tradicional, los ciudadanos que compraban las plazas solo podían
obtenerlas por 50 años, dado que la licitación quedaba limitada
a ese periodo, lo que echaba para atrás las adquisiciones y, en
consecuencia, también el interés de las empresas por la construcción
de aparcamientos.
Con la nueva
fórmula, el Ayuntamiento de Zaragoza puede vender el subsuelo de
la ciudad, por lo que la empresa que ganase el futuro concurso sería
la dueña del aparcamiento a todos los efectos. En el caso del parque
Bruil se había planteado inicialmente la construcción de
algo más de 200 plazas y la futura adjudicataria debería
hacerse cargo de todas las obras, cuantificadas de forma aproximada en
800.000 euros.
De momento
se ha utilizado ya este mismo método en el parking de la calle Moret,
que fue adjudicado ya el pasado mes de febrero por 1,3 millones de euros.
La adjudicataria, San Ignacio Renta, está elaborando el proyecto
de seguridad para iniciar las obras, que en ese caso cuenta con 220 plazas.
Moret fue el parking piloto para poner en marcha este nuevo sistema, tras
haber sacado a concurso el aparcamiento, en el modelo tradicional, tras
dos intentos fallidos.
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