Según
el concejal de Hábitat Urbano del Ayuntamiento, Antonio Muñoz,
Vías y Construcciones "no ha iniciado los trabajos" de edificación
de estos dos nuevos bloques, que sumarían un total de 62 viviendas,
e incluso habría planteado una reformulación al alza de los
costes del contrato alegando aspectos técnicos. Frente a esta situación,
y transcurridos cinco meses desde la firma del contrato sin que hayan comenzado
las obras, Muñoz expone que "no queda más remedio" que iniciar
los trámites destinados a rescindir esta contratación.
El inicio del
expediente administrativo destinado a rescindir el contrato se inicia con
un plazo de alegaciones para la empresa adjudicataria. El Ayuntamiento,
finalmente, habrá de responder tales alegaciones y elevar el expediente
al Consejo Consultivo de Andalucía (CAA), al objeto de que dicha
instancia avale o no la rescisión del contrato.
¿A qué
se debe esta demora que desde el Ayuntamiento consideran injustificable?
La razón
es la intención de la constructora de elevar el precio de la adjudicación
de los trabajos. La construcción de las 62 nuevas viviendas -con
mayores dimensiones y de mejor calidad que las anteriores- tenía
un coste de licitación de 5.251.347 euros. El 1 de junio del pasado
año (con el anterior gobierno de Zoido en funciones) Vías
y Construcciones se hizo con el contrato por 3.261.611 euros. Es decir,
se rebajó el coste un 38%.
Lo que en principio
suponía un estimable ahorro ha conllevado después a una paralización
de los trabajos. La empresa ha retrasado el inicio de la reconstrucción
al solicitar más dinero por dicho proyecto. El motivo del encarecimiento
es "un presunto defecto del cálculo en las cantidades de cemento
para la cimentación de los nuevos bloques". Ésta es, al menos,
una de las alegaciones presentadas por la empresa al Consejo Consultivo
de Andalucía al tener constancia de que la Gerencia había
emprendido un expediente administrativo para rescindir el actual contrato.
La decisión
queda ahora en manos de dicho órgano. En caso de que finalmente
se avale la rescisión, Urbanismo licitará uno nuevo, aunque
en él se incluirán varias condiciones para evitar otra paralización.
Con este fin, se incorporarán mecanismos contra las bajas temerarias
en el coste de la obra que luego hagan inviables la ejecución. También
se exigirá a la nueva adjudicataria que se contrate a personal parado
del barrio, requisito que no se incluyó en el contrato actual.
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