El hormigón
se suelen reforzar con una malla metálica en el interior, lo que
hace que en caso de demolición se produzca una mezcla de material
de desecho que tiene que ser separado con el fin de ser reutilizados o
vendidos como metal o como un material de relleno. Con el fin de superar
la separación posterior y facilitar el transporte de materiales
El proceso tuvo que comenzar con la separación en el acto. Fue un
reto para cambiar de brutal pulverización de inteligente de-construcción.
Omer Haciomeroglu
es un estudiante del Instituto de Diseño Umeå de Suecia que
ha diseñado a ERO, un robot único que es capaz de recicla
el hormigón de un modo muy eficiente, siendo capaz de separar las
barras de acero del hormigón y otros desechos en el propio lugar
de demolición. Este diseño ganó el Premio a la Excelencia
de Diseño Internacional (IDEA) en 2013 en la categoría de
Diseños de Estudiantes.
El sistema
de funcionamiento de ERO, cuyo nombre proviene de la abreviatura de Erosión
en inglés, utiliza chorros de agua a presión para fracturar
las microfisuras existentes en la superficie de hormigón y succionar
los residuos mezclados. De este modo deja los armados totalmente listos
para ser cortados y reutilizados.
Tras la pulverización
del hormigón, succión del sistema y separación, el
producto resultante puede ser envasado para proceder a su envío
a las industrias de prefabricación de elementos de construcción
para su reutilización como árido. Del mismo modo las barras
de acero se limpian, cortan y se remiten para su fundición y
reutilización para nuevos productos.
Este sistema
permite separar los materiales al mismo tiempo que se derriba el edificio
mediante un proceso limpio y eficiente.
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