•
Análisis del presupuesto del proyecto y la oferta.
• Estudio
de todas las mejoras y objetivos posibles.
• Estudio
económico de la obra, que debe incluir:
• Producción
prevista
• Coste previsto,
suma de:
o Coste Directo
o Coste Indirecto
o Gastos Generales
(Costes de estructura)
• Resultado
La planificación
económica ha de ser dinámica, de modo que puedan recogerse
las incidencias reales de la obra conforme éstas se vayan
produciendo, de manera que se realiza un seguimiento periódico para
determinar su grado de cumplimiento y se pueda actualizar cuando la
importancia de las incidencias lo exija.
Junto con la
planificación técnica debe estudiarse la planificación
de la obra desde el punto de vista de la seguridad, garantizando
en todo momento que cada uno de los tajos en los que se divide la
obra se va a ejecutar con las óptimas medidas de seguridad.
Este estudio
se plasma en el Plan de Seguridad, que deberá actualizarse y
adecuarse permanentemente a las condiciones reales de ejecución
de la obra. Este Plan de Seguridad ha de ser conocido por todas las
personas que trabajan en la obra, tanto trabajadores de la propia
empresa como subcontratistas e industriales, será una de las
principales misiones del jefe de obra velar constantemente por su
estricto cumplimiento.
Es preceptivo
un Plan de Calidad y Medio Ambiente, donde se definan, por un lado,
las actividades de la obra sometidas a control y la forma de controlarlas;
y, por otro, el impacto medioambiental de las obras a ejecutar así
como la propuesta de reducción y mejora.
Con la función
de la organización se hace posible que los planes se lleven a
efecto. Organizar consiste en dividir el trabajo entre las personas y coordinar
sus actividades.
El jefe de
obra deberá crear un organigrama acorde al tipo de obra a ejecutar
y a las condiciones de dicha ejecución: plazos, situación,
tipologías de obra, etc.
La organización
de una obra debe permitir realizar un seguimiento periódico para
determinar el grado de cumplimiento de los objetivos fijados en la planificación,
de modo que puedan actualizarse cuando se considere conveniente.
La gestión
de la obra consiste en hacer que las personas y medios que se han previsto
en la obra cumplan sus respectivas funciones y obligaciones para
alcanzar los objetivos deseados.
Con la función
de control se pretende saber en todo momento la situación de
la obra así como su previsible final, de modo que sea posible trasladar
la información oportuna en tiempo y forma.
La finalidad
del control es comparar los resultados previstos en la planificación
con los reales medidos, de forma que puedan estudiarse las razones
de las desviaciones y tomar las medidas oportunas para evitarlo en
el futuro.
El sistema
de gestión de obras consiste en:
a) Planificación
inicial de las obras.
Comprende:
• Definición
del presupuesto de obra a controlar.
• Asignación
de costes directos a las unidades de obra.
• Definición
de costes indirectos
• Imputación
de costes de estructura (gastos generales).
• Estudio
de objetivos a tener en cuenta durante la ejecución de las obras.
• Control
de los expedientes contratados.
b) Seguimiento
mensual
Mensualmente
se realiza un “Cierre”, que supone una fotografía de la obra en
un momento puntual y concreto. En él, se compara la obra ejecutada
hasta la fecha valorada a precios de venta (producción) con
el coste realmente incurrido para su ejecución.
Se realiza
un control de desviaciones entre lo previsto y lo real, tomándose
las acciones correctoras que sean necesarias para evitar desviaciones
en el fututo.
c) Revisión
periódica
Cada cierto
tiempo, variable de unas empresas a otras y con el tipo de obra, se
realiza una revisión de la previsión de la obra pendiente
de ejecutar.
Es importante
insistir en que únicamente se estima la obra pendiente de
ejecutar, a cuyo importe se le suma el coste realmente incurrido para obtener
el coste final de la obra.
De este modo,
se consigue reducir paulatinamente el error absoluto de nuestra estimación,
aún en el caso de que se mantenga el error relativo.
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