La empresa
Crystal Lagoons, una firma chilena especializada en la fabricación
de lagunas cristalinas que invertirá, junto a otros socios chilenos,
121 millones de euros en el desarrollo de un resort en Casares llamado
Alcazaba Hills Lagoons.
Esta urbanización
se sitúa en un terreno de 30 hectáreas y no es un proyecto
nuevo, ya que hay un centenar de viviendas ya realizadas y sin vender desde
2009 por la paralización del sector. Esta compañía
indicó ayer, a través de un comunicado de prensa, que no
solo van a impulsar el resort sino que lo van a ampliar ya que van a construir
otros 350 apartamentos más, hasta contabilizar un total de 450 viviendas
con una superficie media cada una de 112 metros cuadrados. Será
innovador porque incluirá la creación de una laguna cristalina
de una hectárea y media en la que se permite la práctica
de deportes náuticos sin motor.
Esta laguna,
que se empezará a construir en breve con una duración de
ocho meses, será el primer proyecto de Crystal Lagoons en España
y Europa. Esta compañía, fundada en 2007 por el bioquímico
y empresario chileno Fernando Fischmann, se ha hecho conocida porque ha
obtenido incluso récords mundiales por hacer las lagunas artificiales
más grandes del mundo. La primera fue en una urbanización
en Chile llamada San Alfonso del Mar y esta compañía tardó
cinco años en crearla por sus grandes dimensiones. Posteriormente
hizo incluso otras dos más grandes, con los consiguientes récords
mundiales, en Egipto y Dubai.
Desde la empresa
afirman que en siete años han trabajado en 300 proyectos urbanos,
turísticos, públicos e industriales en todo el mundo en distintas
etapas. Su tecnología está patentada en 160 países
y están asociados con inmobiliarias en los diferentes países
para los desarrollos urbanísticos. En Europa tienen oficina en Barcelona
y Amsterdam y explican que negocian nuevos proyectos en Cataluña,
la Comunidad Valenciana y en Andalucía, así como en Portugal,
Francia, Italia, Grecia y Croacia. "Este desarrollo demuestra que el concepto
y tecnología de Crystal Lagoons no sólo hace posible llevar
la vida idílica de playa a cualquier lugar del mundo como hasta
ahora habíamos visto. También muestra que gracias a esta
revolución inmobiliaria, los proyectos que están detenidos
y sin ventas, se reactivan y dinamizan, como ya ha sucedido con otros complejos
en diferentes partes del mundo", destaca Sebastián Pillado, director
regional de Crystal Lagoons para Europa.
El otro ejemplo
es la Marina Real Juan Carlos I de Valencia en la que recientemente Heineken
se adjudicaba el emblemático edificio Veles e Vents a precio de
saldo en virtud del concurso de arrendamiento licitado por el Consorcio
Valencia 2007, la entidad tripartita (Estado, Generalitat y ayuntamiento)
que gestiona el recinto portuario ganado a la ciudad. Ahora es el grupo
de Singapur Asian Resort & Casinos (ARC) el que ha desbloqueado las
negociaciones con el Gobierno municipal del alcalde Joan Ribó para
poner en marcha un hotel de superlujo con casino en un edificio portuario
anexo a la Marina en el que asegura que pretende invertir 200 millones
de euros. La firma ARC está negociando con el Ayuntamiento de Valencia
extinguir de forma anticipada la concesión administrativa del inmueble
portuario que pretenden reconvertir en hotel (el conocido como edificio
Docks), entregarlo al ayuntamiento para que vuelva a licitarlo (el planeamiento
municipal contempla un recinto hotelero) y pujar en el concurso con su
proyecto, que actualiza un diseño original de 1917 de los arquitectos
Víctor Gosálvez y Demetrio Ribes. ARC ha suscrito un acuerdo
de intenciones con el operador de hoteles de lujo Hyatt, que bautizaría
el resort como Park Hyatt, Gran Hotel Marina Real.
Para acometer
las obras, ARC ha establecido contactos con la ACS y su filial Dragados,
además de con la FCC. ARC tiene interés en pujar por los
concursos que convoque el Consorcio Valencia 2007 para operar los amarres
de la Marina Real o para ubicar otros hoteles, como contempla el plan de
usos. La empresa de Vlassopulos proyecta además montar en la dársena
portuaria un complejo gastronómico, al estilo del Mercado de San
Miguel de Madrid. Sus documentos de presentación hablan de una inversión
global conjunta de 1.000 millones de euros.
Uno de los
requisitos que ARC puso en su día encima de la mesa para sacar adelante
el proyecto de hotel-casino de superlujo fue el de que la Generalitat valenciana
relajase la fiscalidad de los casinos.
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