El Principado
de Asturias ha instado a actuar sobre los dos principales focos de contaminación
de suelo existentes actualmente en Langreo: los terrenos de Talleres del
Conde y de Nitrastur. El Gobierno regional se ha dirigido a los responsables
de estos suelos para que remitan un análisis del terreno y un plan
de descontaminación.
"En el caso
de Talleres del Conde han remitido la comunicación al Ayuntamiento,
como propietario del suelo, pero en lo referente a Nitrastur se han dirigido
a los promotores de la antigua fábrica, algo que no entendemos porque
la mayor parte de ese suelo pertenece actualmente a Iberdrola", indicó
Jonatan López, concejal de urbanismo y Medio Ambiente de Langreo.
López
expuso que "son los dos focos de contaminación de suelos" que quedan
en Langreo, aunque diferenció entre uno y otro. "En Talleres del
Conde la contaminación está concentrada en un espacio de
unos 20 metros cuadrados, en la zona donde estaba la antigua sala de baterías
y compresores. Hemos mandado los últimos datos que tenemos, pero
no existe riesgo porque se trata de niveles bajos de contaminación".
El edil langreano esgrimió que para solucionar esta situación
no sería necesario acometer ningún plan de descontaminación
específico, ya que "con la cimentación de los edificios que
se pretendían hacer para poner en marcha un recinto ferial ya bastaría
para dejar asegurado el suelo. No haría falta ninguna intervención
a mayores".
Otro caso distinto
es el de Nitrastur. "Ahí ya estamos hablando de una parcela mucho
mayor, afectada por una contaminación de cenizas de pirita. El coste
de actuar sobre estos terrenos podría alcanzar los 3 ó 4
millones, tomando como referencia la superficie que tiene". López
aseguró que actualmente, en el marco de un proyecto de la Universidad,
se plantan especies arbóreas en Nitrastur que absorben sustancias
contaminantes. Posteriormente, esas plantas son incineradas.
"El problema
es que, en un caso así, no basta con estos medios. Habría
que hacer un gran movimiento de tierras y llevarlas a un cementerio de
residuos que hay en Francia", argumentó López. El edil esgrimió
que el elevado coste de descontaminación de los terrenos es una
de las causas que frena al Ayuntamiento para abordar una hipotética
negociación para tratar de hacerse con esa bolsa de suelo, la principal
zona de expansión urbanística de La Felguera. "No podemos
intentar optar a ese espacio porque, además del coste de los terrenos,
sería necesario afrontar el precio de la descontaminación
y eso es inasumible ahora. Haría falta contar con fondos europeos
o algún tipo de financiación de este tipo".
EL CASO DE
HUNOSA
Hunosa dispone
de más de 477.000 metros cuadrados de suelo industrial desarrollado
o con posibilidad de hacerlo en casi todos los concejos de la comarca.
La hullera pública inició hace unos meses un ambicioso plan
de comercialización de estos terrenos, que pone a la venta "al mejor
precio del mercado", para que, entre otras cosas, los valles mineros puedan
seguir desarrollando nuevas actividades que cubran el enorme hueco que
ha dejado la caída de la actividad minera.
Hunosa divide
el suelo industrial que posee en tres categorías: suelo desarrollado,
suelo en desarrollo, y suelo susceptible de ser desarrollado en función
de la demanda. En el primer área, en el de suelo desarrollado, Hunosa
dispone en el Caudal de 77.347 metros cuadrados, todos ellos en el polígono
industrial de Reicastro, en Mieres.
En los espacios
que Hunosa está desarrollando para su utilización con fines
industriales y que también comercializa se enmarcan otras tres ubicaciones
en el concejo de Mieres. Se trata de los polígonos de Minas Llamas,
en la localidad de Ablaña, y que tiene 12.990 metros cuadrados;
el área de Tres Amigos, en la localidad de Rioturbio y con 31.909
metros por desarrollar; y el área de La Pereda, cuya superficie
neta industrial es de 38.635 metros cuadrados.
En la última
de las categorías, la del suelo industrial susceptible de ser desarrollado
en función de la demanda, en la comarca del Caudal existen hasta
seis áreas (cuatro en Mieres, una entre los concejos de Morcín
y Riosa y otra en Aller). Los polígonos mierenses son los de Figaredo,
con 74.432 metros cuadrados, Polio (21.450 metros), San José (Turón,
23.434 metros cuadrados) y Santa Bárbara (Turón, 31.907 metros).
Otros terrenos enmarcados en esta categoría son los del pozo Monsacro,
entre Morcín y Riosa, que echó el cierre el pasado 1 de enero.
En total son 141.549 metros cuadrados de superficie bruta por desarrollar.
Por último, en Aller, la explanada del antiguo pozo San Antonio,
en Moreda, dispone de 23.436 metros cuadrados para el asentamiento de alguna
empresa.
El precio inicial
de los terrenos se establecerá en función de las características
de cada parcela y de su ubicación, y podrá ir desde los 40
euros el metro cuadrado hasta los 70 euros el metro cuadrado. A partir
de ahí, se podría alcanzar hasta un 20% de descuento sobre
el precio inicial en función de la tipología de la parcela
y sus características (5%), de las modalidades de pago y condiciones
de compra (5%) y de la participación de Sadim en el proyecto (10%).
Un 20% de descuento directo sobre el precio final de los terrenos.
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