El nuevo viario
se pavimentará con los mismos materiales del tramo antiguo, tendrá
la misma anchura y estará abierto al cielo menos en su tramo central,
que contará con una bóveda acristalada. Los servicios técnicos
municipales detectaron esta deficiencia, que incumplía el artículo
4 del Plan Especial del Río Manzanares. Dicho artículo obligaba
a trazar un eje peatonal de doce metros de anchura mínima por el
centro del edificio. En el proyecto original de la empresa, este tramo
de calle formaba parte de la arquitectura del centro, con cubierta ciega,
menos anchura de la prevista y ocupado por escaleras mecánicas y
terrazas de los futuros locales.
El proyecto
inicial también incumplía la superficie de edificación
de las plantas superiores, que no debía superar el 35 por ciento
de la ocupación de la planta baja para facilitar la comunicación
entre las dos unidades del centro.
El grupo de
trabajo del Ayuntamiento -formado por técnicos de las áreas
de Desarrollo Urbano Sostenible y Cultura y de la Junta de Usera- transmitió
a la propiedad del solar que el edificio no debía suponer «un
elemento de distorsión» entre Madrid Río, Matadero
y el paisaje urbano del distrito. Con estas premisas, se acordó
modificar el volumen constructivo para adaptarlo a la escala del barrio
de Moscardó donde se levantará.
Las fachadas
serán diferentes: las plantas bajas y zócalos comerciales
serán más transparentes y las altas se destinarán
a negocios de hostelería, que funcionarán como miradores.
La de Madrid Río tendrá un diseño más adaptado
al ambiente natural del parque, con la presencia de vegetación.
La de Antonio López tendrá locales abiertos a la calle para
favorecer la relación del comercio con el espacio público.
La tercera
fachada, con vista a la calle de Eugenio Caxés, tendrá un
tratamiento distinto pensado en el pequeño parque previsto en el
lugar. El eje peatonal de la calle de Matilde Gayo funcionará como
espacio de tránsito entre la ciudad y el río con una anchura
de 16 metros (a diferencia de los doce previstos en el proyecto inicial)
para huir de la sensación de tubo.
Además,
un enorme lucernario en la parte cerrada deja pasar la luz consiguiendo
un espacio abierto, transparente y peatonal. También se ha situado
una cubierta vegetal con actividad hostelera para aprovechar las ventajas
como mirador del edificio.
|