“Esta jornada
es un ejemplo de que el sector quiere profundizar en el conocimiento y
buscar soluciones nuevas en construcción”. De esta manera definió
Marta Castellote, directora del Instituto de Ciencias de la Construcción
Eduardo Torroja (IETcc-CSIC ), a la jornada “Impresión 3D, BIM e
industrialización: la construcción del ¿futuro?” ,
organizada por esta revista, CIC Arquitectura y Sostenibilidad , el pasado
20 de octubre en la sede de esta institución. Y es que fueron alrededor
del centenar los asistentes a este encuentro interesados en conocer las
posibilidades que puede llegar a ofrecer la impresión 3D y el BIM
(Building Information Modeling) como herramientas para la construcción.
En este sentido,
y según Castellote, ambas herramientas podrían revolucionar
por completo el proceso constructivo puesto que hacen que los profesionales
del sector trabajen más unidos y por la calidad del producto. “BIM
es una herramienta que permite trabajar con todos los intervinientes en
los procesos constructivos, es el futuro y supone un salto tecnológico
revolucionario”, apostilló la directora del Instituto Torroja, quien
destacó que esta tecnología prima “la calidad de los productos
frente a la cantidad”.
Ésta
es quizá una de las principales conclusiones a las que llegaron
los ocho expertos ponentes de la jornada. Como es el caso de José
Antonio Tenorio Ríos, de la Unidad de Calidad en la Construcción
del IETcc-CSIC, quien animó a los asistentes a dejar de ver cada
edificio como un proyecto único. “¿Seguro que cada edificio
es un prototipo? ¿No podemos crearlos en serie?”, preguntó
el experto. “Yo creo que la construcción no es una industria de
hacer
prototipos; hay que incluir la diversidad en el proceso constructivo”,
continuó Tenorio Ríos, quien imaginó el futuro de
la construcción como una “cadena de montaje”.
Pero a pesar
de esta cadena, hay que seguir optimizando los productos sin sacrificar
la calidad de los mismos, puesto que “optimizar no siempre es economizar”,
es adaptarse a las nuevas exigencias como la sostenibilidad. Y es que “el
futuro, si no es verde, no es futuro, por lo que el producto tiene que
ser sostenible”, añadió.
Para el experto
de la Unidad de la Calidad en la Construcción del IETcc-CSIC, para
pensar en la construcción del futuro hay, necesariamente, que “pensar
distinto; porque innovar es pensar distinto; es darle la vuelta al pensamiento;
hacer algo nuevo, algo distinto. Es preciso innovar para hacer cosas útiles”,
concluyó.
El director
técnico de la Asociación Nacional de la Industria del Prefabricado
de Hormigón (Andece), Alejandro López, aseguró que
la industria de la construcción tiene un gran deber que cumplir:
convencer de que estas tecnologías de gestión de información
e impresión son el camino. “BIM ya no es el futuro, es el presente,
¿por qué esperar si ya lo tenemos ahí? Estamos ya
en proceso de creación de soluciones BIM”, aseguró López,
quien defendió la labor del prefabricador como 'conejillo de indias´
de las nuevas tecnologías. “La tecnología no tiene límites
pero queda mucho camino por recorrer”, subrayó el director técnico
de Andece.
Maite M. Vendrell,
directora de la revista organizadora, señaló que la impresión
3D y el BIM vienen para revolucionar la forma de trabajar de los profesionales
del sector. Así lo confirmó Javier Alonso, director del Master
BIM de la Escuela de Edificación del Colegio Oficial de Aparejadores
de Madrid, experto en impresión 3D a gran escala, presidente de
la Asociación de Profesionales del BIM (Probim) y director general
de Atanga, quien aseguró que esta tecnología reunirá
de nuevo a los profesionales en torno al producto. “No hay forma de trabajar
en BIM de modo individual: es una herramienta colectiva sí o sí.
Ahí entran en juego todos los técnicos”, afirmó Alonso,
quien añadió que “una de las grandes ventajas del BIM es
que se trabaja con standards” y que la industrialización del sector
“favorece a todos”.
“No hay forma
de trabajar en BIM de modo individual: es una herramienta colectiva sí
o sí. Ahí entran en juego todos los técnicos”, afirmó
Javier Alonso, director general de Atanga
Y es que, según
todos los expertos en impresión 3D reunidos en la jornada, es precisamente
la información la clave del BIM. Mientras que antes las ideas se
plasmaban en el ordenador, se imprimían en papel y el ser humano
era el que construía ese proyecto, ahora el sistema BIM gestiona
toda la información del edificio o de partes del mismo y la imprime
en 3D directamente, lo que cambia por completo el funcionamiento del sector.
“No hablamos de imprimir piezas iguales propias de la prefabricación
sino de imprimir piezas distintas”, afirmó Alonso, de tal manera
que la impresión 3D puede ser perfectamente aplicable a la rehabilitación
de edificios.
El director
de Innovación de LafargeHolcim y representante de Oficemen, Francisco
Navarro, sostuvo que, hasta ahora, ha existido poca comunicación
entre los agentes del sector. “Hemos escuchado poco al arquitecto y al
constructor, y viceversa. Sin la innovación abierta y el conocimiento
compartido no se consigue nada”, matizó Navarro.
En cualquier
caso, el director de Innovación concluyó que la impresión
3D va a ser, inevitablemente, una realidad: “Puede que los tiempos sean
diferentes, pero acabará siendo un elemento más de trabajo
para los arquitectos y las constructoras”.
Jorge Rodríguez
Julian, responsable de Innovación Ambiental y TIC´s (Vías,
Grupo ACS) y coordinador del proyecto 3DCONs, aseguró en su exposición
para explicar este proyecto que introduce conceptos innovadores en el escenario
de la impresión 3D y que le sitúan como un proyecto pionero
incluso a nivel internacional, que lo que abarata la impresión 3D
es “hacer 100 piezas de formas diferentes, con pequeñas variaciones
o radicalmente distintas, pero no 100 piezas iguales”, puesto que “para
la fabricación en serie, la impresión 3D no tiene sentido”.
“El componente forma no es un coste; en impresión 3D la forma es
gratis, y es precisamente aquí donde la prefabricación no
es eficiente”.
Rodríguez
Julián explicó su experiencia en el proyecto de impresión
digital 3DCONS, del que es coordinador. Dicho proyecto cuenta con tres
variables fundamentales: el material, la tecnología y sus posteriores
aplicaciones. La combinación de cemento, cal y yesos son “las tintas”
utilizadas para la impresora de edificios de 3DCONs, mientras que la tecnología
utilizada ha sido BIM como “herramienta de diseño y gestión
de la información”.
Entre las aplicaciones
de este proyecto encontramos los productos prefabricados y los elementos
verticales como fachadas. “Toda la información recogida en BIM tiene
que generar un diseño al ordenador que se convierte en una orden
de impresión (…) que luego la impresora construye”, explicó
el coordinador del proyecto, quien aseveró que hay que aprovechar
la información de forma integrada para optimizar el diseño
teniendo en cuenta que va a ser impreso.
Según
Jorge Rodríguez Julián, coordinador del proyecto 3DCONS,
“la impresión 3D es un reto a nivel nacional e internacional. Está
llegando a muchos sectores, no hemos llegado tarde a la carrera, lo importante
es que la revolución la hagamos desde dentro”
Rodríguez
Julián mostró su convencimiento de que “todo va a pilotar
mucho en torno a BIM; en el caso que nos ocupa: es necesario para imprimir
en 3D? Pues no, no es necesario, pero tiene poco sentido si cada vez va
a ser más el standard a utilizar”. El coordinador del proyecto 3DCONS
añadió que “la impresión 3D es un reto a nivel nacional
e internacional. Está llegando a muchos sectores, no hemos llegado
tarde a la carrera, lo importante es que la revolución la hagamos
desde dentro”, “y no seremos conscientes de todas las posibilidades que
nos brinda esta tecnología hasta que no empecemos a palpar con ello.
Seguro que ni nos imaginamos muchas de las funcionalidades y soluciones
que vendrán después”, concluyó el experto.
Juan Carlos
Piquero, jefe de Proyectos del Área de Fabricación Avanzada
de Prodintec, aseguró que ya son muchos los sectores que demandan
piezas en impresión 3D como es el caso de la energía, la
aeronáutica e incluso la automoción, como la Fórmula
1. Y es que Prodintec lleva años trabajando duro en su proyecto
de impresión CON3D basado en la impresión a gran escala utilizando
la tecnología de fabricación aditiva. “La fabricación
aditiva consiste en la fabricación de piezas a partir de un modelo
3D, sin moldes ni utillajes, mediante la disposición de capas de
material y su consolidación a través de la tecnología”,
explicó Piquero.
Alexandre Dubor,
experto en fabricación digital del Instituto de Arquitectura Avanzada
de Cataluña (Iaac), expuso los proyectos de investigación
de los estudiantes que forman parte de esta institución. Más
allá de los materiales tradicionales, desde el Iaac apuestan por
la impresión digital utilizando materias primas de la naturaleza
como soporte o tinta, como es el caso de la impresión sobre arena
o la impresión con arcilla o polvo de metal, “quizá más
pensado, este último, para otras disciplinas como la escultura”.
“La idea es que el arquitecto vuelve a estar más cerca del material
al contrario que en años anteriores”, explicó Dubor.
Pero los retos
están para superarlos y, prueba de ello, es la presentación
del Proyecto Pylos, dedicado a la búsqueda de un tipo de arcilla
capaz de endurecerse en el proceso de secado “sin tener que cocer el edificio”,
afirmó Dubor.
Además
de la investigación del proceso de impresión 3D, esta institución
estudia las “máquinas para crear otras máquinas de impresión”
y está ensayando “la impresión in situ” y sin soportes, explicó
Dubor, quien puso como ejemplo “la propuesta de Contour Crafting para construir
casas en la Luna o en Marte”. En este sentido, Dubor lanzó la idea
final de que, más allá de lo que la tecnología pueda
aportarnos, la búsqueda de nuevos caminos constructivos podría
estar también orientada a que “los arquitectos hagamos un esfuerzo
por repensar la construcción y las viviendas del futuro, porque
quizás no tengan por qué ser como lo que hemos conocido hasta
ahora”.
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