En una carta abierta al Consejo Japón Deporte, el organismo gubernamental a cargo de los planes para los juegos de 2020, Isozaki arremete contra el proceso "distorsionado" que ha llevado a "una forma  lenta, como una tortuga a la espera de que Japón se hunda de modo que no pueda nadar lejos ".

"La visión me dejó en la desesperación", escribe, después de haber visto el proyecto revisado en una exposición actual en el Opera City Art Gallery de Tokio. "Si el estadio se construye de la manera que es, Tokio seguramente será cargado con un gigantesco elefante blanco."

El diseño de Zaha Hadid para el estadio olímpico de Tokio se dio a conocer en 2012, y desde entonces se ha reducido en una cuarta parte. 

Poco después de que el proyecto se dio a conocer, el ganador del Premio Pritzker de 86 años de edad, Fumihiko Maki organizó un simposio para protestar contra el mismo y se unieron  Toyo Ito, Kengo Kuma y Sou Fujimoto, dando lugar a una petición que pide que el proyecto sea desechado y que ha ganado ya 32.000 firmas de apoyo.

Hadid sostiene que será un "elemento integral de la trama urbana de Tokio, con la participación directa con el paisaje urbano circundante". Sin embargo, los opositores han señalado que está manifiestamente fuera de contexto, que parece un casco de bicicleta gigante en los jardines en flagrante violación del límite de altura de 15 metros en vigor en la zona.

En respuesta a las protestas de gasto público derrochador, la JSC redujo el presupuesto aprobado de 300 mil millones de yenes a 169bn de yenes el año pasado, después de que el ministro de Deportes Hakubun Shimomura lo describiese como "un presupuesto demasiado grande". Los diseños revisados, dice la firma de Hadid, "optimizan la inversión y hacen que el estadio sea aún más eficiente, adaptable y sostenible centrado en el usuario".  

"El nuevo diseño del estadio, aunque se redujo desde el original, sigue siendo un mamut totalmente fuera de sintonía con sus alrededores verdes", dice Nobuko Shimizu, presidente de los Custodios del grupo Estadio Nacional, que está luchando para salvar el lugar existente. 
Se ha propuesto un plan alternativo, elaborado por el arquitecto ganador del Premio Pritzker compañero, Toyo Ito, adaptar y reutilizar el estadio nacional existente en el sitio, citando la Agenda del Movimiento Olímpico 21, apartado 3. 2. 3, que dice: "hay que hacer un esfuerzo especial para fomentar el mejor uso posible de las instalaciones deportivas existentes, para mantenerlos en buenas condiciones y mejorarlas mediante el aumento de la seguridad y la reducción de su impacto ambiental."

En las recomendaciones detalladas que acompaña su carta, Isozaki sugiere que el problema fundamental con el estadio reside en su concepción como la pieza central de la ceremonia de apertura. Él dice que esta bonanza de celebración se celebre en un lugar separado, construido especialmente fuera de Palacio Imperial de foso de la ciudad, el uso de los muros del castillo de Edo y mantener como un dramático telón de fondo. Dice Kazuyo Sejima es el arquitecto correcto para el trabajo.

"Esta es una oportunidad para superar el formato de una ceremonia de apertura en el principal campo de atletismo, que ha sido norma desde que los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936", escribe. "Tal escenario podría sacar provecho de estar en vivo para la era de los medios, frente a los 1 mil millones de personas que ven en la televisión o en línea, no sólo a los 100.000 o más personas en el lugar." Luego, él dice, la tribuna se podía desmontar en 50 piezas para el traslado a cada una de las prefecturas de Japón, lo que contribuye a la creación de parques o estadios para conmemorar los Juegos Olímpicos. "Al hacer esto, podemos crear un nuevo formato para los Juegos Olímpicos del siglo 21, aquí en Tokio."

En un comunicado, Zaha Hadid, dijo: "Todos los proyectos de todo el mundo pasan por este proceso de evolución del diseño. El proyecto del estadio ha sido desarrollado con nuestros socios japoneses y responde al pliego revisado emitido por el cliente a principios de este año ". Agregaron que el diseño no requiere de obras de construcción o los costos de reconstrucción para el uso después de 2020, cuando se va a utilizar para"la más amplia variedad de eventos deportivos, culturales y de la comunidad".
 

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