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6 de noviembre
de
2013
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URBANISMO.
PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN MUNICIPAL (PGOM) DE O GROVE
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y del urbanismo de Galicia. Plan General de Ordenación Municipal
(PGOM) de O Grove
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urbanismo.
El Plan General de Ordenación
Municipal (PGOM) de O Grove establece o delimita los núcleos de
población, urbanos y rurales del término municipal. De este
modo se constata que para una superficie total de 2.056,02 hectáreas
de terreno se fijan nada menos que 1.467 hectáreas de suelo rústico,
muy por encima de las 344,5 hectáreas correspondientes a la superficie
del suelo urbano. A estas figuras hay que sumar un 4% de la superficie
como suelo urbanizable delimitado y apenas un 8% de suelo de núcleo
rural. El modelo territorial propuesto fija, igualmente, la existencia
de 160 hectáreas de núcleos rurales, como son Meloxo, Os
Campos, Estonllo, Gandariña, Reboredo, Balea, San Vicente do Mar,
Outeiro, Pereiriña, San Vicente Igrexa y Ardia.
El Concello de O Grove se encuentra
inmerso en plena fase de elaboración del Plano Xeral de Ordenación
Municipal (PXOM), que como se explicó en ocasiones anteriores está
ya en manos de la Xunta y a punto de ser sometido a exposición pública
y a la aprobación inicial en el pleno. De ese ambicioso proyecto
urbanístico, que debe diseñar un pueblo de futuro y progreso
compatible con el medio ambiente, se desprenden datos tan llamativos como
que el 71,36% del territorio municipal está catalogado como suelo
rústico protegido, lo que supone diferentes tipos de protección,
restricción o limitación desde el punto de vista urbanístico.
También es significativo
que el 34,60% de la superficie total cuente con protección específica
para espacios naturales, debido a su elevado valor ecológico, y
especialmente curioso resulta el hecho de que la superficie total de la
península grovense sea de 20,56 kilómetros cuadrados, lo
cual difiere de los 21,9 kilómetros cuadrados que otorga a O Grove
el Instituto Galego de Estadística (IGE); diferencia que cabe achacar
a los terrenos inundables, islotes y marismas.
Ni que decir tiene que el suelo
rústico goza de enorme importancia en la localidad. De un total
de 2.056 hectáreas de terreno, corresponden a suelo rústico
alrededor de 1.467 hectáreas, distribuyéndose el territorio
restante en suelo urbano (344 hectáreas, que equivalen a apenas
el 17% del ayuntamiento), suelo urbanizable delimitado (84 hectáreas)
y suelo de núcleo rural (160 hectáreas).
A continuación se resumen
algunos de los apartados que incorpora el PXOM, para entender mejor la
clasificación del suelo en la península de O Grove y la ordenación
municipal y urbanística que se propone:
Núcleos urbanos. "Se caracterizan
por contar con actividades propias de los sectores secundario y terciario,
poseer equipamientos comunitarios, tener acceso rodado público y
disponer de servicios de abastecimiento de agua, evacuación de aguas
residuales y suministro de energía eléctrica, proporcionados
mediante las correspondientes redes públicas con características
adecuadas para servir a la edificación existente".
Dentro del núcleo urbano
y las urbanizaciones turísticas aparece el Suelo Urbano (SU), tanto
Consolidado como No Consolidado, al igual que el Suelo Urbanizable (SUE),
en su categoría de Delimitado (D). Aquí se introducen las
urbanizaciones turístico-residenciales de A Toxa, Montemar, Balea
Marítima, Pedras Negras y San Vicente do Mar, junto a los núcleos
de O Grove y Porto Meloxo, además de los terrenos urbanizados situados
entre ambos.
Núcleos rurales. Son "las
áreas del territorio que sirven de soporte a un asentamiento tradicional
de población singularizado, identificable y diferenciado administrativamente
en los censos y padrones oficiales". Para trazar o contemplar estos núcleos
rurales se tienen en cuenta aspectos como el número de edificaciones,
la densidad de viviendas, su grado de consolidación por la edificación
y la tipología histórico-tradicional de su estructura y de
las edificaciones existentes.
Entre los núcleos rurales
hay Suelo de Núcleo Rural (SNR), que puede ser Histórico-Tradicional
(HT) y Común (C).
A modo de ejemplo, cabe decir que
se fijan núcleos rurales como Ardia, con 5,51 hectáreas de
Suelo de Núcleo Rural Histórico-Tradicional (SNR-HT) y 13,71
hectáreas de Suelo de Núcleo Rural-Común (SNR-C).
También está Meloxo,
con 5,37 hectáreas de SNR-HT y 5,63 hectáreas de SNR-C, mientras
que en Campos la suma de ambos tipos es de 6,79 hectáreas.
Asimismo, el SNR-HT y el SNR-C de
Estonllo suponen 6,10 hectáreas de superficie, mientras que el núcleo
rural Gandariña alcanza las 15,81 hectáreas, entre ambos
tipos de delimitación.
En idéntica situación
se encuentran Reboredo, uno de los núcleos rurales más importantes,
con 26,33 hectáreas; Balea, con alrededor de 12 y San Vicente do
Mar, que es el de mayor superficie, ya que dispone de 23,28 hectáreas
de suelo rural Histórico-Tradicional (HT) y 14,06 hectáreas
del Común (C).
La relación de núcleos
rurales se completa con Pereiriña (8,69), Outeiro (12,26) y San
Vicente-Igrexa (4,63 hectáreas).
El PXOM advierte de que en Ardia,
Gandariña y Reboredo se delimitan ámbitos de Planes Especiales
de Ordenación del Núcleo Rural para completar y ordenar el
desarrollo de estos núcleos, con la apertura de nuevos viarios y
obtención de dotaciones públicas.
Suelo Rústico (SR). En este
apartado se incluyen nueve categorías diferentes, como son la de
Suelo Rústico de Protección Ordinaria (SRP-O), Protección
Agropecuaria (SRP-AP), Protección Forestal (SRP-F), Suelo Rústico
de Protección de Infraestructuras (SRP-I), Protección de
Aguas y Cauces (SRP-A), Protección de Costas(SRP-C), el de Protección
Intermareal (SRP-IM), el de Protección de Espacios Naturales (SRP-EN)
y el Suelo Rústico de Protección del Patrimonio Arqueológico
(SRP-PA). La suma de estas figuras es la que permite obtener el resultado
antes aludido de 1.467,2 hectáreas de suelo rústico, entre
las cuales destacan las 710,49 hectáreas de Suelo Rústico
de Protección de Espacios Naturales (SRP-EN), equivalente, cabe
insistir, al 34,60% del total de terreno municipal.
Usos del medio rural. En el PXOM
se establecen los usos propios del medio rural y se marcan los aprovechamientos
en el suelo rústico, vinculándose estas acciones a la explotación
racional de los recursos.
De este modo se propone "reducir
los niveles de impacto del desarrollo urbano, eliminando expectativas urbanísticas
en estos terrenos rústicos, y controlando los usos no compatibles
con la protección de los valores propios del medio rural".
Es así como se propone una
protección especial para áreas que "deben sustraerse de la
acción urbanizadora, en defensa de sus singulares valores naturales,
ambientales y culturales, como espacios naturales, ríos y paisajes
singulares", esgrime el documento presentado por el gobierno tripartito
que dirige Miguel Pérez.
Del mismo modo se quiere proteger
"áreas con específicos valores productivos, agrarios o forestales;
y determinar los restantes terrenos del territorio que, sin presentar valores
singulares, deben ser sustraídos al proceso urbanizador por no ser
adecuados para el desarrollo urbanístico previsto".
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