27 de noviembre
de 2013
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TURISMO INMOBILIARIO: ¿PATRIMONIALISMO O FRANQUICIA?
Convertir conocimiento en
valor añadido: Guía
práctica inmoley.com del turismo inmobiliario y la gestión
hoteelera. Resumen de jornada sobre internacionalización y franquicia
hotelera.
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prácticas : Promoción
inmobiliaria
“Las cadenas españolas no
franquician… porque no tienen nada que franquiciar”. Así de categórico
se ha mostrado Coré Martín, director de Desarrollo de Starwood
Hotels & Resorts para España, Francia y Portugal, en la Jornada
sobre internacionalización y franquicia hotelera organizada por
CEHAT y Garrigues. Ante esta afirmación el presidente de CEHAT (Confederación
Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos), Joan Molas,
le ha recordado las 220.000 habitaciones que gestionan las cadenas españolas
en todo el mundo, su papel como exportadoras de tecnología hotelera
y la fortaleza financiera de los grupos patrios.
La pregunta surgió tras la
intervención de los socios directores de Magma TRI Hospitality Consulting,
Bruno Hallé y Albert Grau. Ambos consultores alegaron, en palabras
de Hallé, “una falta de madurez del mercado y de querer delegar
el control”.
En este sentido Grau añadió
que “en la hotelería española el modelo que ha funcionado
siempre hasta ahora ha sido el del alquiler, con el que el operador mantiene
un control de la gestión del 100%. El proceso de maduración
del mercado ha provocado que ganen representación los contratos
de alquiler variable y de gestión. El siguiente paso es que la cadena
esté tan posicionada en el mercado que pueda franquiciar”.
Y para Grau “las cadenas españolas
están más que preparadas para ello; falta el análisis
del operador de cuán rentable puede ser la franquicia y creer en
el producto, que tiene un recorrido enorme en el segmento vacacional por
el know how de las empresas españolas y su presencia en distintos
mercados”.
No obstante Hallé ha puntualizado
que “cadenas españolas estructuradas como tal, que aporten un producto
diferenciado y un pool de clientes que sigan a esa marca, se cuentan con
los dedos de una mano”; citando con producto ‘franquiciable’ a Riu Hotels
& Resorts, Iberostar Hotels & Resorts y Palladium Hotel Group con
el modelo Ushuaïa Ibiza Beach. Y augura que “el siguiente paso para
las cadenas gestoras españolas es pasar a ser franquiciadoras”,
con la adecuada formación a los hoteles ‘candidatos’ para que ofrezcan
“el servicio que se espera de la cadena”.
Coré Martín también
ha limitado a Iberostar, Meliá Hotels International y NH Hoteles
las cadenas españolas con suficiente reconocimiento de marca, para
lo que “hay que invertir mucho dinero en potenciar un conjunto de valores
que generen atracción en la demanda hacia esa marca, valores con
los que se sientan identificados y busquen”. A ello hay que sumar una constante
inversión en “actualización de ese concepto de marca y en
tecnología, a lo que están obligados si quieren mantener
esa ventaja competitiva”.
Eso sí, Martín y Aurelio
Vázquez, director general del Grupo Iberostar para Europa y presidente
de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), han coincidido
en mostrarse reacios a la fórmula de franquicia.
En el caso de Starwood estas reticencias
no existen en Norteamérica, donde un 75% de su oferta se gestiona
bajo este modelo, sino en Europa, donde Martín reconoce que han
tenido “experiencias regulares porque en algunos casos no se ha defendido
la marca, no se han mantenido sus estándares. Tienes que ver en
manos de quién pones tu marca, que es lo único que tienes,
y se la dejas a un tercero que no sabes cómo la va a tratar”. Por
eso, añade, “hay destinos como África o Rusia donde no hacemos
franquicias, simplemente porque hoy por hoy no hay nadie que sepa”.
Sin embargo, franquiciar es ahora
uno de los objetivos claros de su departamento ya que, admite, “el árbol
está maduro porque las cosas están mal; hay pocas cadenas
con suficiente solidez financiera y es hora de hacer algo por esas carteras
y hoteles. Hace cinco o seis años ya advertíamos que podíamos
dar la vuelta a la situación en determinados establecimientos con
poca inversión; ahora no sabemos si llegamos a tiempo y desde luego
la inversión necesaria será mayor”.
Ante esta afirmación Molas
ha esgrimido “la fortaleza financiera de los grupos hoteleros gestionados
por profesionales del sector y no por empresas del mercado inmobiliario,
de los que ninguno ha tenido que recurrir a concurso de acreedores. Han
tenido dificultades financieras en mayor o menor medida, provocadas por
la crisis, pero siguen estando en primera línea”.
Lo que ocurre, según Molas,
es que “el concepto patrimonialista de las cadenas españolas impide
el crecimiento”; a lo que Martín ha respondido señalando
“la importancia de separar negocios, el operativo del inversor, y en España
se han mezclado. Ser dueño del hotel da más dinero. De hecho,
los hoteles en propiedad o alquiler de Starwood apenas representan un 6%
de su oferta y sin embargo son los responsables de más del 20% del
Ebitda, pero con esa fórmula es imposible crecer al ritmo necesario”.
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