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25 de noviembre
de
2013
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URBANISMO.
ESPECIAL DEL AVANCE DEL NUEVO PLAN GENERAL DE ORDENACIÓN URBANA
DE MADRID
Convertir conocimiento en
valor añadido:
Especial del avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana
de Madrid. El avance del nuevo Plan General de Ordenación Urbana
de Madrid ha sido aprobado y se abre ahora a un periodo de más de
dos meses de información pública. En el nuevo plan se permite
que los usos industriales y terciario se compaginen. Además, contempla
que en el futuro, existan los llamados «equipamientos sociales»,
que podrán ser destinados a deportivo, cultural o social según
las necesidades de cada distrito en el momento en que se vayan a desarrollar.
Herramienta práctica
> Guías prácticas:
urbanismo.
En él, se «liberaliza»
el urbanismo, facilitando los cambios de uso para parcelas y flexibilizando
las obras en edificios protegidos. Frente a la «rigidez» del
actual Plan, dijo la alcaldesa Ana Botella, el nuevo nace bajo el signo
de la flexibilidad.
En el nuevo plan se permite que
los usos industriales y terciario se compaginen. Además, contempla
que en el futuro, existan los llamados «equipamientos sociales»,
que podrán ser destinados a deportivo, cultural o social según
las necesidades de cada distrito en el momento en que se vayan a desarrollar.
Uno de los cambios más novedosos
afecta a las parcelas: hasta ahora, si estas tenían un uso, por
ejemplo el residencial, no podían variarlo salvo si se aprobaba
un plan especial, algo que suponía una tramitación de entre
seis y diez meses. En el «plan Botella», sin embargo, se plantea
que el uso pueda cambiar si hay una licencia que lo autorice, previos informes
positivos de movilidad o medio ambiente.
Agilizar los trámites
También se van a flexibilizar
las obras que puedan realizarse en edificios catalogados. La intención
es, planteó la concejal de Urbanismo Paz González, es «liberalizar
toda la tramitación urbanística, para agilizar los trámites
y que no nos atenacen».
Habrá además una serie
de intervenciones singulares en el plan, entre las que se cuenta el desarrollo
del ámbito Delicias-Méndez Álvaro-Abroñigal,
con usos residencial, dotacional y de actividades económicas. También
hay un plan para la recuperación de los bulevares, y una ampliación
de Madrid Río sobre 400 hectáreas de Centro, Arganzuela,
Moncloa-aravaca, Latina, Carabanchel y Usera.
Otras actuaciones irán encaminadas
a impulsar las actividades económicas en el entorno de Villaverde,
en el llamado «Villaverde Tecnologico».
El plan general se tramitará
como expediente electrónico, para darle mayor transparencia. Ahora
se inicia su periodo de información pública, que durará
hasta el 31 de enero, y después de incorporar las aportaciones que
el Gobierno local considere, seguirá su tramitación.
EN DETALLE
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento
de Madrid ha aprobado esta mañana el avance del nuevo Plan General
de Ordenación Urbana, el esqueleto y alma urbanística de
la capital para la próxima década, que, una vez aprobado
en la primavera de 2015, sustituirá al modelo diseñado en
1997 que disparó, según reconoce el propio Ayuntamiento,
la burbuja inmobiliaria que condujo a la recesión actual. El nuevo
plan busca impulsar "una ciudad libre, sin corsés", que se convierta
en "un espacio de oportunidades económicas, sostenible y con calidad
de vida". "Es un plan liberalizador, que flexibiliza la tramitación
urbanística que hoy nos atenaza y retrae la inversión por
la dilatación de los plazos administrativos. Pero no supone ni desprotección
ni ley de la selva", ha señalado la concejal de Urbanismo, Paz González.
El documento presentado hoy, de
4.000 páginas, recoge más de 3.000 aportaciones de ciudadanos
a partir del borrador hecho público en julio del año pasado.
También incorpora las conclusiones de ocho mesas de debate en las
que han participado cerca de 200 expertos de universidades, colegios profesionales,
partidos políticos, sindicatos, asociaciones, etcétera. El
avance estará abierto a información pública hasta
el 31 de enero para recoger nuevas aportaciones, y luego será remitido
a la Comunidad de Madrid para que realice los informes de sostenibilidad
e impacto territorial.
"La flexibilidad es una prioridad
frente a la rigidez del plan urbanístico actual, de 16 años
de antigüedad, que se ha visto superado por la nueva realidad social
y económica", ha defendido esta mañana la alcaldesa, Ana
Botella (PP). Estas son las líneas generales del documento, tal
y como han sido explicadas esta mañana por el Ayuntamiento de Madrid.
Flexibilidad de usos. Se define
un nuevo tipo de suelo, calificado como "de actividades económicas",
que sustituye a los actuales usos industrial y terciario en todas sus categorías.
Y también un nuevo uso de "equipamiento social" para englobar cualquier
dotación públicas (polideportivos, escuelas infantiles, centros
para mayores, etcétera), de forma que "cada distrito pueda decidir
en cada momento" a qué dedica ese suelo "atendiendo a sus circunstancias
y necesidades".
Licencias en vez de planes especiales.
En el suelo urbano consolidado, el uso de las parcelas podrá ser
modificado mediante una licencia, de forma que una bloque de viviendas
se pueda convertir así, por ejemplo, en un centro comercial, o viceversa,
sin necesidad de elaborar un plan especial. "Flexibilidad no quiere decir
desregulación indiscriminada", ha querido enfatizar la concejal
de Urbanismo, puesto que el proceso de concesión de licencias requerirá
en determinados casos de estudios de movilidad o medioambientales. "Lo
que no es razonable es que hagan falta seis meses para cambiar el uso de
un edificio", ha añadido Paz González.
Regeneración urbana. El nuevo
plan fomenta la rehabilitación en las zonas ya consolidadas de la
ciudad, centrándose especialmente en la primera periferia (entre
la M-30 y la M-40), que es donde mayor margen de maniobra prevé.
Para ello, se elaborará una ordenanza específica y se incentivará
la iniciativa privada mediante la posibilidad de ampliar la superficie
edificable a cambio de realizar mejoras arquitectónicas o de eficacia
energética. En el centro, sin embargo, donde esa herramienta es
prácticamente inviable y donde ya fracasaron iniciativas similares
contempladas en el plan de 1997, la rehabilitación queda en manos
de la iniciativa privada; en 2014, el Ayuntamiento ha eliminado las ayudas
públicas a familias y comunidades de vecinos para rehabilitación
de edificios.
Reformas en edificios protegidos.
El plan se acompaña por la elaboración de un nuevo catálogo
de edificios protegidos, que estará listo previsiblemente el próximo
mes de marzo, y que eliminará el blindaje automático que
reciben actualmente todos los inmuebles de más de un siglo de antigüedad.
El nuevo catálogo incluirá "un análisis pormenorizado
de cada edificio, en el que se indicarán qué elementos están
protegidos y cuáles no". Además, se detallará qué
obras se pueden hacer y cuáles no, algo "fundamental para incentivar
la inversión", según la concejal. En la actualidad, asegura
el responsable técnico del plan, José Luis Infanzón,
la reforma de un edificio protegido suele conllevar la pérdida media
de un 20% de superficie edificable; eso se evitará con el nuevo
plan para no retraer a los inversores. Recalca, sin embargo, que sólo
se permitirán los usos que no alteren la protección del edificio.
Reformulación de los PAU.
El Ayuntamiento "está abierto al replanteamiento" de los nuevos
desarrollos urbanísticos del sureste de la ciudad, la mayoría
de los cuales están paralizados por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria,
y "trabaja con los propietarios privados del suelo para irlos adaptando
a otras configuraciones que les den una viabilidad que ahora ellos mismos
reconocen que no tienen". Será durante el periodo de alegaciones
que ahora se abre cuando esos propietarios puedan presentar sus propuestas,
ha señalado la concejal. El Ayuntamiento apuesta, entre otras medidas,
por aglutinar la superficie edificable para evitar la dispersión
de bloques y la proliferación de grandes avenidas fantasmales; el
suelo restante, de mediar acuerdo, se podría dedicar a zonas verdes.
Actuaciones singulares. El plan,
además de ser un instrumento urbanístico para vertebrar la
ciudad en su conjunto, también incluye actuaciones concretas en
algunas zonas. Propone, por ejemplo, recuperar los bulevares como imagen
e identidad de Madrid, incorporando a las principales avenidas de la ciudad
mayores aceras o, directamente, una plataforma peatonal arbolada en el
centro y vías exclusivas transporte público. Busca además
rehabilitar la zona de Madrid Río, actuando en una superficie de
400 hectáreas repartida por seis distritos para adaptar las edificaciones
existentes al nuevo parque construido sobre la soterrada M-30. También
quiere impulsar la actividad económica en Villaverde mediante, entre
otras medidas, la flexibilización del suelo comercial e industrial
para que pueda albergar además viviendas. Y crear una nueva "centralidad
sur" alrededor del eje Delicias-Méndez Álvaro, como continuación
del paseo del Prado, que incluya la estación de contenedores del
Abroñigal, que el Ayuntamiento lleva años intentando potenciar
con todos usos sin lograr un acuerdo con el Ministerio de Fomento para
ello.
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