4 de junio
de 2014
NOTICIA ADAPTADA AL SISTEMA
EDUCATIVO inmoley.com
DE FORMACIÓN CONTINUA PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. © |
VENTAJAS E INCONVENIENTES DE
UN PROJECT FINANCE
Convertir conocimiento en
valor añadido:
Guía práctica inmoley.com del “Project finance”, métodos
de financiación de proyectos inmobiliarios y lease back.
Herramienta práctica
> Guías
prácticas
1. Ventajas.
Las principales ventajas de este
tipo de financiación, frente a la más tradicional de crédito
promotor, residen, en el recurso limitado a los socios, en el largo plazo,
en la ausencia de coste fiscal y la mayor flexibilidad del mismo. Por el
contrario, necesita una fuente estable y predecible de flujos de caja “cash-flows”,
existe una mayor intervención de las entidades financieras, su diseño
y ejecución es laborioso y su obtención depende, no sólo
del proyecto en sí mismo, sino del promotor del mismo.
Destacamos:
• Obtener la financiación
• Cumplir el calendario de inversiones
• Permitir acometer grandes inversiones
a empresas que, por el tamaño de su Balance, no podrían hacerla
• Obtener un alto apalancamiento
• Maximizar el valor del proyecto
• Reducir los riesgos asumidos
por los socios.
o No se exigen garantías
financieras a los promotores.
o Un análisis detallado
del proyecto permite asignar los riesgos entre los distintos participantes.
Una vez asignados, la dependencia entre el proyecto y sus promotores es
únicamente operativa, no financiera.
• No consolidar la deuda (en ciertas
circunstancias): Permite el diseño de esquemas jurídicos
y societarios que eviten la consolidación de la deuda del Proyecto
en los Balances de los socios.
• No deteriorar el rating de los
socios
o No incrementa las responsabilidades
financieras de los socios, al no requerir garantías financieras.
.
o No afecta a la capacidad de endeudamiento
lo que permite a los socios destinar fondos a otros proyectos que, por
su estructura, no son susceptibles de ser financiados mediante “Project
Finance”
• Se mantiene la calidad crediticia
del promotor.
• Si se disminuyen los riesgos,
cubriéndolos adecuadamente, puede disminuir el coste de la financiación.
• No se comprometen otros negocios
de la empresa promotora.
• Se consiguen fondos, sin recurso
o recurso limitado, difícilmente accesibles por otras vías.
• No se exigen garantías
financieras a los socios promotores.
• Se incrementa la capacidad de
endeudamiento de los promotores.
• Se comparten y transfieren riesgos
a Socios, Entidades Financieras, Constructor, Operador, Compañías
de Seguro, Mercado de Derivados, Acreedores, etc. Una vez asignados los
riesgos entre los distintos participantes, la dependencia entre el proyecto
y sus promotores es únicamente operativa, no financiera.
• Obtención de una estructura
de capital más apalancada de lo que sería posible con otras
fórmulas de financiación.
• Una financiación a más
largo plazo.
a. Para los promotores.
• Permite acometer proyectos
cuyo endeudamiento exceda de su capacidad
para obtener financiación, bien mediante
recursos propios, bien mediante endeudamiento externo.
• Permite repartir riesgos
a asumir entre los distintos promotores que
estén involucrados en el proyecto
en función de su participación en
el mismo.
• Son operaciones fuera de balance,
por lo que no incrementan el riesgo corporativo de los promotores,
los cuales mantienen así la calidad crediticia
necesaria que les permita recurrir al
endeudamiento para futuras inversiones.
• No compromete la
viabilidad de otros negocios al no
requerir garantías corporativas.
b. Para el banco financiador.
Evita la concentración de
riesgos en los promotores al pasar de un riesgo de empresa a un riesgo
de proyecto.
Permite el seguimiento en profundidad
de la gestión del negocio.
2. Inconvenientes
• Diseño para cubrir riesgos,
ofrecer garantías y conseguir financiación, es complejo:
ingeniería financiero-jurídica.
• Se necesitan, por ello, especialistas
que ayuden: bancos de inversión, abogados, técnicos, etc...
• Los costes de transacción
asociados: gastos administrativos, minutas y honorarios (entre un 1% y
un 2% del volumen de la operación).
Además:
• Existe una evaluación
múltiple de riesgos (ingeniería,
de mercado, financieros, etc.), necesitando
para ello especialistas altamente cualificados.
• Al no existir
un responsable único, el tiempo de
diseño y estructuración del proyecto suele ser
largo.
• El coste de financiación
es directamente proporcional al nivel de riesgo a asumir por parte
de los financiadores.
• La transparencia exigida
frente a terceros implicados en el
proyecto puede generar, en algunos casos,
situaciones de cierta conflictividad.
• Obliga a cubrir algunos riesgos
extraordinarios mediante pólizas de seguros u otras alternativas
suficientes.
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