27 de junio
de 2012
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INGENIERÍA DE LA EDIFICACIÓN.
DOBLE CUBIERTA PARA RESISTIR VIENTOS HURACANADOS
Convertir conocimiento en valor
añadido: Eb pdf de ingeniería
de la edificción. Cubiertas. Doble cubierta para resistir vientos
huracanados
Herramienta práctica
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Ingeniería
de la edificación. Pdf/E-Book
de Ingeniería
de la edificación.
Edificio del control CCS del puerto
de Ferrol
Como un buque apostado en la bahía,
este edificio acristalado flota sobre el dique del puerto de Ferrol (La
Coruña) permitiendo una vista completa de la ría de Ares.
La construcción, ideada para soportar vientos de hasta 200 km/h,
ha despertado el interés de la esfera arquitectónica internacional,
que le ha premiado con el LEAF 2011 como mejor edificio público.
El edificio CCS de Ferrol define
un punto de encuentro entre la escala naval y la arquitectónica.
Su estructura, levantada sobre una parcela triangular que lo conecta al
dique principal del puerto exterior de Caneliñas y al martillo,
se asemeja a la de un barco atracado en la orilla desde el que se puede
observar todo lo que ocurre en la ría de Ares. Su diseño,
hecho realidad por el equipo de Díaz y Díaz Arquitectos,
pero ideado por el ingeniero de caminos Alberto Martínez Pardo,
quien falleció durante la ejecución del proyecto y al que
se le hace homenaje grabando su nombre en el edificio, respondía
a los requerimientos de la Autoridad Portuaria de la ciudad, que solicitó
un inmueble versátil y moderno, que permitiese cambios funcionales
a lo largo de su vida útil y que se pudiera adaptar fácilmente
a los futuros cambios tecnológicos que se pudieran dar.
La orografía del emplazamiento
y las condiciones atmosféricas a las que tendría que hacer
frente el edificio, como la alta salinidad y fuertes rachas de viento,
fueron los otros condicionantes que marcaron el desarrollo del volumen,
que finalmente se define como una edificación de doble cubierta
y doble piel acristalada en cuya parte exterior se extienden unas lamas
de aluminio que le permiten protección al sol, la lluvia y el viento,
a la vez que logran un aislamiento eficaz enfocado hacia la eficiencia
energética. En el interior, el inmueble se divide verticalmente
en cinco niveles, siendo los dos primeros los que concentran los usos y
quedando la planta baja para acceso, instalaciones y almacenes, y el tercer
nivel como gran terraza. Todo se proyectó con elementos constructivos
secos: paramentos atornillables, falsos techos desmontables, panelados,
suelos técnicos, etc.
Las características geológicas
del terreno en el que se realizaría la cimentación supusieron
un problema a solucionar a la hora de asentar la edificación en
la parte más extrema del dique artificial recién ejecutado.
El análisis geológico y geotécnico del terreno arrojó
datos ya conocidos puesto que el propio dique fue construido a base de
rellenos de escolleras de diferentes tamaños y material “todo uno”
en su zona central superior. Bajo estas capas, se encontraba el fondo primitivo
formado por arenas cuaternarias de origen marino.
Después de realizar diferentes
estudios, se llegó a la conclusión que la mejor manera de
resolver la cimentación del edificio sería mediante una losa
de hormigón armado que fuera capaz de transmitir al terreno las
tensiones producidas por la futura obra. La idea no dejaba de asimilarse
al efecto producido por un barco que flota sobre la superficie del agua
y que transmite de forma homogénea las cargas a las capas inferiores.
De esta manera, al tratarse de una estructura intencionadamente monolítica,
nunca se podrían llegar a producir diferencias entre los asientos
a causa de la heterogeneidad del terreno, puesto que sería aquél
elemento el que se encargaría de absorber cualquier esfuerzo no
deseado, haciendo que el edificio descendiera de forma uniforme una magnitud
desde un principio controlada.
En cualquier caso, la preparación
del terreno previa a la construcción se entendió como una
labor fundamental que habría que realizar con especial cuidado para
minimizar cualquier riesgo futuro para la integridad del conjunto de la
edificación. El trabajo principal a realizar en el terreno no podía
ceñirse simplemente a la capa superficial sino que tendría
que ejecutarse un tratamiento en profundidad que lograra conferirle a la
superficie un módulo de balasto y un valor de tensión admisible
adecuados.
Para la piel exterior de las fachadas
del edificio, desde el principio se pensó en una doble cobertura:
un tamiz de lamas de aluminio que a la vez que permitiese la visión
y evitase el contacto directo de los rayos del sol, y una superficie acristalada
que aportase el aislamiento térmico y acústico necesario.
Debido a su ubicación expuesta,
se estipuló como premisa que la construcción debería
ser capaz de resistir vientos de hasta 200 km/h, por tanto, las lamas se
realizaron en aluminio anodinado con inercia suficiente como para absorber
dicha fuerza. Durante su ejecución se efectuó un seguimiento
elemento por elemento, para asegurarse de la correcta ejecución
de sus fijaciones. Toda la carpintería de la segunda capa se realizó
con escuadrías de suficiente rigidez como para que pudieran resistir
los esfuerzos marcados, y los acristalamientos dobles fueron instalados
con las mayores garantías. Entre estas dos pieles se colocó
una pasarela para poder acceder al espacio intermedio, con el fin de realizar
su futuro mantenimiento. Este espacio de servicio se desarrolla alrededor
del edificio más allá de la doble cobertura, con el fin de
poder llegar a toda la superficie de la fachada y asegurar así la
perfecta revisión de todos sus elementos. Dado el ambiente de alta
salinidad en el que el edificio se ve sumergido, durante la fase de construcción
se separaron todas las piezas susceptibles de crear pares galvánicos,
puesto que podrían derivar en una rápida degradación
de los materiales instalados.
De la misma forma que la fachada,
el edificio posee una doble cubierta: la primera soporta la carga de la
lluvia y la segunda aporta una doble garantía de impermeabilización
y un aislamiento térmico suficiente como para evitar pérdidas
energéticas y condensaciones. Esta cubierta queda como elemento
transitable desde el que tener una perspectiva general muy amplia de todo
lo que ocurre en el puerto.
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