URBANISMO.
INSPECCIÓN TÉCNICA DE EDIFICIOS
(ITE). CANARIAS. SANTA CRUZ DE TENERIFE Convertir conocimiento en valor
añadido: Guía práctica
inmoley.com de la Inspección Técnica de Edificios (ITE).
Canarias. Santa Cruz de Tenerife.
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En Santa Cruz se trabaja aún
en la ordenanza que regule la puesta en marcha de las ITE, unas revisiones
que tienen en cuenta, entre otros parámetros, las condiciones de
seguridad, salubridad, accesibilidad y ornato del inmueble que se examina.
En Santa Cruz se estima que estas inspecciones deberían realizarse
en aquellos edificios o casas con una edad superior a 30 años, según
Juan Pedro Valdés, jefe del servicio de Disciplina Urbanística
del Ayuntamiento capitalino y responsable de la elaboración de esta
ordenanza. Pero primero es necesario que el Ayuntamiento elabore un diagnóstico
de los edificios que en la ciudad tendrían que someterse a la ITE,
ya que Urbanismo no cuenta con un censo de viviendas específico
que le permita determinar de forma automática la edad de los inmuebles.
Urbanismo tiene de plazo hasta el 7 de julio –fecha en la que entra en
vigor la obligatoriedad de la ITE en toda España– para poner en
marcha la suya, un trabajo que corre a cargo de arquitectos, aparejadores
u otros técnicos de edificación. Son ellos los responsables
de llevar a cabo estas inspecciones oculares y garantizar el estado de
los inmuebles, a petición de las comunidades de vecinos.
La Gerencia de Urbanismo de Santa
Cruz de Tenerife quiere pactar con los colegios de Arquitectos y Aparejadores
de la provincia una especie de "tarifa plana" para la ejecución
de la Inspección Técnica de Edificios (ITE), una revisión
que exige la legislación vigente para los inmuebles antiguos.
La obligatoriedad de esta actuación
se recoge en el Real Decreto Ley 8/2011 de 7 de julio y en él se
establece una edad mínima de 50 años preferentemente para
los inmuebles de uso residencial en municipios de más de 25.000
habitantes, aunque abre la puerta a comunidades autónomas y ayuntamientos
a que fijen la edad más conveniente acorde a las características
constructivas de cada ciudad. En La Laguna, por ejemplo, donde la normativa
está ya en vigor desde octubre de 2007, se estableció que
los inmuebles de más de 25 años debían realizarla.
Una revisión técnica
de este tipo podría tener un coste de unos 1.500 euros para un edificio
de diez viviendas, según el cálculo estipulado por el Colegio
de Arquitectos, una cifra que el Ayuntamiento considera "elevada". Este
gasto correría por cuenta de los propietarios del inmueble. Sin
embargo, para evitar que la ITE se entienda como una especie de impuesto,
Urbanismo pretende ajustar al máximo el precio de estas inspecciones,
más en los tiempos que corren, explica Juan Pedro Valdés.
Sobre la aspiración de Urbanismo
de pactar un precio único, Benito Serrano, vocal del Colegio de
Aparejadores de Santa Cruz de Tenerife, recuerda que en España la
ley avala que los honorarios de estos profesionales sean libres. "No sé
hasta qué punto pueden pactar un único precio", señala.
Para ajustar el precio, Urbanismo
quiere que la ITE se centre en los parámetros fundamentales, como
el estado de las fachadas, las instalaciones de suministros o las humedades.
Sin embargo, Serrano hace hincapié en que, en la práctica,
la responsabilidad durante los 10 años siguientes a la realización
de la inspección cae sobre el técnico que la ha firmado,
con lo que no ve tan sencillo reducir los parámetros para examinar.
"Si pasara algo en el edificio, se nos puede caer el pelo", apunta.
Asimismo, el vocal del Colegio de
Aparejadores considera que si los técnicos propios del Ayuntamiento
no dan abasto para determinar ese diagnóstico previo del parque
inmobiliario de la ciudad, antes de las ITE, se podría llegar a
algún tipo de acuerdo con colegios profesionales como el suyo.
CLAVES
De las 1.788 edificaciones que están
fuera de ordenación en Santa Cruz de Tenerife, un total de 588 casos
–el 32%– no podrán entrar en el planeamiento por "indisciplina urbanística".
Esto anunciaron los técnicos de la Gerencia de Urbanismo de la capital,
que explicaron que no hay solución posible para estos inmuebles
porque fueron construidos sin licencia.
Estos edificios se encuentran en
Tíncer-Los Andenes (59), Núcleo El Sobradillo 1 (38), Villa
Benítez-Vistabella (34), Las Cabritas (33), El Rosarito (31), El
Dragillo (30), Nuevo Obrero (22), Barranco Grande-Las Veredillas (22),
Llano del Moro (19), Chamberí (19), Las Retamas (18), Las Indias-El
Perú (17), El Tablero-Calle Petunia (15), Barranco Grande (15),
Santa Clara-San Antonio (14), Las Delicias (14), El Casco-El Tablero (14),
La Granja (13), Camino del Hierro (13), García Escámez (12),
Residencial Buenos Aires (12), Barranco Grande P 1 B (12), La Monja-Carretera
General (11), Cuesta Piedra (10), Los Gladiolos-Instituto (8), Tomé
Cano (7), Buenavista (6), El Pescador 1 (6), La Jurada (6), Residencial
Anaga (5), Mercado (5), Llano Alegre Residencial (5) y Suroeste (4).
También hay casos en las
zonas de Residencial La Gallega, Barranco Marrero-El Sobradillo, Somosierra,
Cruz del Señor, La Victoria-Estadio, Tristán, Vuelta Los
Pájaros-El Ramonal, El Ramonal, Cruz de La Gallega, y en Ampliación
El Calvario.
De todas formas, los técnicos
de Urbanismo no quieren cerrar del todo las puertas a una posible solución
para estos casos. "Una vez corregida la situación de fuera de ordenación
para los 1.200 inmuebles restantes, que sí contaron con licencia
al ser construidos aunque con el Plan General (PGO) del año 1992
quedaron fuera de la normativa, podríamos estudiar cada uno de los
588 edificios levantados sin permiso y ejecutar alguna modificación
puntual. Pero, en principio para la indisciplina urbanística no
hay solución", indican.
Si se tienen en cuenta tanto los
casos de indisciplina urbanística como aquellos que sí tienen
licencia, aunque quedaron fuera de ordenación, el Centro Histórico
es el ámbito que más inmuebles tiene, con 846 construcciones,
seguido del Suroeste, con 309; Salud-Perú, con 290; Ofra-Vistabella
con 157, La Salle con 126; Costa Sur, con 38; García Escámez,
con 17; y Las Colinas, con 5.
Pero en concreto, y si solo se contabilizan
las edificaciones para las que sí habrá una respuesta en
la revisión del Plan General antes de que finalice este año,
la zona de Salamanca-La Rambla, con 173 inmuebles, acoge el mayor número
de estos inmuebles. El segundo lugar lo ocupa el ámbito de Salud
Bajo, con 159 casos, y le siguen Rambla Pulido, con 139; Toscal Centro,
con 135; Constructora, con 114; Cuatro Torres, con 79; Duggi, con 66; Salud
Central, con 56; Rambla-Méndez Núñez, con 43; Salamanca-Barranco
de Santos, con 42; Centro-plaza de España, con 41; y Ángel
Guimerá, con 38.
A continuación están
Salud Alto, La Salle, Colinas Bajas, avenida San Sebastián, Rambla-Mencey,
Salamanca Chica, La Marina-avenida de Anaga y también la Fachada
Marítima.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de
Tenerife pedirá a la Cotmac (Comisión de Ordenación
del Territorio y Medio Ambiente de Canarias) que el documento se apruebe
de forma parcial con la suspensión de estas 20 zonas o ámbitos
de la ciudad donde se encuentran los inmuebles en fuera de ordenación
y con la suspensión de los sectores de Montaña Fumero, Costa
Cardón, Las Huertas, Las Teresitas y la Zona de Actividades Logísticas,
para buscarles una solución en seis meses.
Los técnicos de Urbanismo
cuentan que la incidencia del fuera de ordenación en Santa Cruz
es tan alta porque, en la segunda mitad de los años 60 y principios
de los 70, la concesión de licencias a los promotores se caracterizó
por la discrecionalidad; es decir, se otorgaron sin demasiados miramientos.
Se aumentaba el valor de los solares y el Ayuntamiento ingresaba más
dinero en impuestos.
Con el Plan General de 1992 se quiso
ordenar toda esta situación y muchas manzanas e inmuebles que tenían
una licencia otorgada por el Ayuntamiento se quedaron fuera del planeamiento.
Por ejemplo, un edifico que tenía cuatro plantas y un ático,
pues este último quedaba fuera con el documento del 92.
El principal problema de esta situación
es económico, según comentan los técnicos, pues las
construcciones pierden valor. Además, no se pueden ejecutar obras
de consolidación del edificio ni ninguna actuación que suponga
un aumento del valor del inmueble, como la instalación de un ascensor
en una vivienda que no lo tenía. Y si se quiere volver a construir
el edificio ya no se podrá levantar con las mismas plantas, sino
según lo que establece el planeamiento.
Fue lo que ocurrió, por ejemplo,
con el edificio de la calle de La Marina, que se derribó. Estaba
fuera de ordenación y cuando lo fueron a levantar se advirtió
a los promotores que no se podían hacer las mismas plantas, sino
una o dos menos. El asunto se encuentra en los juzgados.
Principalmente son dos los motivos
por los que los inmuebles se encuentran fuera de ordenación, bien
por la altura de la edificación y por la alineación con respecto
a la calle en la que se encuentren. Son los casos que se dan en los 20
ámbitos o zonas de la ciudad que se quieren suspender para ordenarlos
dentro del planeamiento.
De estos, 14 se encuentran saturados
por edificabilidad residencial y turística, según la Ley
de Ordenación del Territorio, y por ello se tendrá que buscar
una solución especial dentro del Plan a estas construcciones, ya
que no se puede permitir ningún aprovechamiento más ni residencial
ni turístico. "Por ejemplo en un edificio en cuya planta baja se
puede ubicar una vivienda lo que podemos hacer es prohibir ese uso y destinarlo
solo a oficina, por lo que entonces el inmueble tendrá las plantas
de uso residencial permitidas. También podemos redelimitar algunos
ámbitos, uniendo aquellos saturados con los que no lo están",
explican los técnicos.
Los 14 ámbitos saturados
son La Marina-avenida de Anaga, Toscal Centro, Constructora, Ángel
Guimerá, San Sebastián, Cuatro Torres, Rambla-Méndez
Núñez, Rambla-Mencey, Rambla de Pulido, Duggi, La Salle,
Salamanca-Rambla, Salamanca Chica y Salud Bajo.
Los seis ámbitos que aún
no están saturados son la Fachada Marítima, Centro-plaza
de España, Colinas Bajas, Salamanca-barranco de Santos, Salud Central
y Salud Alto. En estos casos, en los que no se ha agotado la edificabilidad,
la solución al fuera de ordenación es más sencilla,
porque se puede reconocer la altura de los inmuebles en el Plan General.