9 de abril
de 2012
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INGENIERÍA DE LA EDIFICACIÓN.
CONCESIONES DE AUTOPISTAS EN SUDAMÉRICA
Convertir conocimiento en valor
añadido: concesiones de autopistas
en Sudamérica. Interés de concesionarias españolas
por licitaciones.
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de la edificación.
Abertis podría estar interesada
en próximas licitaciones en Estados como el de Minas Gerais, donde
se concederá la explotación de distintas carreteras a cambio
de su remodelación. En el ADN de Abertis figura la participación
en proyectos ya construidos (bronwfield en el argot del sector), pero a
falta de otras oportunidades se plantea la alianza con constructores para
pujar por activos que deben ser parcialmente remodelados.
Un claro ejemplo es el de su última
gran adjudicación, el paquete de autopistas PR-22 y PR-5 de Puerto
Rico. La española ganó el concurso con Goldman Sachs comprometiendo
un canon inicial de 1.136 millones de dólares (830 millones de euros)
y la inversión de 56 millones en los tres primeros años de
concesión. Se trata de pavimentar el 25% del trazado, mejorar el
sistema de alumbrado y zonas verdes, reemplazar defensas metálicas
y modernizar la señalización horizontal y vertical. Abertis
también pondrá en funcionamiento un carril reversible de
11 kilómetros en el acceso a la ciudad de San Juan, esta vez a cargo
de los presupuestos públicos.
De vuelta a Brasil, en Minas Gerais
la Administración ha puesto en marcha distintos proyectos, entre
los que destaca la concesión durante 25 años de la red viaria
circundante de la Ciudad Administrativa de Belo Horizonte.
En cuanto a la Agencia Nacional
de Transportes Terrestres de Brasil (ANTT), tiene previsto licitar una
decena de carreteras federales en operación a lo largo de 2012.
Abertis capta el 4% de sus ingresos
en Chile, donde es uno de los mayores operadores de autopistas y se ha
ofrecido al Ministerio de Obras Públicas para invertir en mejoras.
La empresa pide compensaciones a cambio y, como ha hecho en Francia o España,
suele optar por la extensión de los plazos de concesión.
Abertis declara el 100% de la concesionaria
del Elqui, que opera la autopista Los Vilos-La Serena (229 kilómetros)
hasta el año 2022. En segundo lugar, controla el 79% en Rutas del
Pacífico (131 kilómetros), titular de la autopista que va
de Santiago de Chile a Valparaíso y Viña del Mar, y cuyo
plazo expira en 2024. Su tercer activo en el país andino es Autopista
Central (50%), con 61 kilómetros de concesión en el área
de Santiago de Chile hasta el ejercicio 2031. Y su cuarta sociedad es Gesa,
a través de la que explota Elqui y autopistas de terceras empresas.
Abertis ha calculado inversiones
adicionales del entorno de 100 millones de euros en Chile, incluida la
implantación del telepeaje en la autopista Santiago-Valparaíso
y distintas actuaciones en esa misma concesión dirigidas a reducir
los índices de siniestralidad.
La empresa catalana reestructuró
su división de autopistas a finales de 2011 con el fin de impulsar
su actividad en América. David Díaz, hasta entonces director
general de Estrategia y Desarrollo de Negocio, tomó la dirección
de la división de Autopistas América. Junto a él se
movieron Jordi Graells, director de Abertis Autopistas USA, y Gonzalo Alcalde,
quien cambió la dirección de Avasa (concesionaria de la autopista
Zaragoza-Bilbao) por las nuevas operaciones en Puerto Rico.
Abertis busca su primera inversión
en EE UU por la costa Este, el área más intensiva en tráfico
del país. Florida, Pensilvania, Carolina del Norte y, Nueva Jersey
son algunos de sus potenciales mercados. Lo último que ha estado
tanteando y ha descartado es la concesión de la autopista I-77,
en Carolina del Norte.
El calado de los proyectos pretendidos
es de unos 1.500 millones de dólares. La empresa pretende hacerse
con dos o tres concesiones estadounidenses a medio plazo.
Abertis cuenta con una primera experiencia
en el mapa concesional del estado asociados de Puerto Rico. La inversión
supera los 1.000 millones de dólares y la empresa la contempla como
un trampolín al mercado estadounidense.
El grupo ya intentó en 2008
hacerse con la mayor privatización conocida en el negocio de las
carreteras con la concesión de la Pensilvania Turnpike, por 12.800
millones de dólares. La adjudicación no cristalizó
debido al fuerte enfrentamiento político, el calendario legislativo
y el azote de la crisis. La empresa también intentó hacerse
con la autopista Indiana Toll Road, que opera Ferrovial, o la Alligator
Alley de Florida.
100 millones en inversiones adicionales
han sido ofrecidos por Abertis para ampliar sus concesiones en Chile.
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