28 de marzo
de 2012
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OBRA PÚBLICA. VII ENCUENTRO DEL SECTOR DE LAS INFRAESTRUCTURAS
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Resumen de Jornadas VII encuentro del sector de las infraestructuras organizado
por Deloitte, OHL, Alstom y ABC. Fomento estudia la participación
público-privada en infraestructuras con financiación del
Estado de hasta un 50 por ciento. Los cambios en el modelo concesional
van a reactivar la colaboración público-privada, a generar
más inversión en obra pública y a ayudar a reactivar
el sector de obra civil en España.
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La ministra de Fomento, Ana Pastor,
ha anunciado que el Gobierno estudia proyectos de participación
público-privada en el ámbito de las infraestructuras en los
que el Estado financie una parte que podría llegar hasta el 50 por
ciento. “Se trata de establecer cofinanciación en el modelo de colaboración
pública”, ha subrayado la ministra, quien ha apostado de esta manera
por una colaboración pública-privada más atractiva,
equilibrada y viable.
Durante su intervención en
el VII encuentro del sector de infraestructuras, Ana Pastor ha asegurado
que el Ministerio seguirá utilizando el instrumento de colaboración
público-privada y analizando con el sector grandes proyectos en
ferrocarril y carreteras.
En la misma línea de conseguir
que la participación público-privada pueda ser un instrumento
atractivo, la ministra ha asegurado que Fomento está analizando
también el reparto de riesgos entre concedentes y concesionarios
que afectará a tres ámbitos: a la revisión de los
plazos máximos de concesión, del riesgo de las expropiaciones
y del riesgo de tráficos.
“Estos cambios en el modelo concesional
van a reactivar la colaboración público-privada, a generar
más inversión en obra pública, y a ayudar a reactivar
el sector de obra civil en España”, ha subrayado.
Además, la ministra se ha
referido a las concesiones de las autopistas de peaje, destacando primero
que el Gobierno sigue confiando en el sistema concesional español
como forma esencial de financiación extrapresupuestaria de infraestructuras.
Tras señalar que el Ejecutivo
es consciente de los problemas que atraviesa el sector, ha asegurado que
el Ministerio de Fomento está trabajando en buscar soluciones.
Ha pedido la colaboración,
para abordar este problema, de concesionarios, constructores y entidades
financieras y ha anunciado que el Gobierno ya ha analizado un informe elaborado
por Fomento sobre este asunto para darle una solución definitiva.
En este sentido, ha señalado
que el Ministerio está analizando las ayudas financieras a las sociedades
a través de las cuentas de compensación y los préstamos
participativos u otras líneas como son la ampliación de los
plazos de las concesiones o las posibles fusiones, todo ello acordado entre
las partes. “Y espero que no tengamos que acudir a la medida de rescate
que prevén los pliegos de las concesiones, pero para eso tenemos
que adoptar medidas”, ha advertido.
La ministra se ha referido durante
su intervención a los objetivos del Ministerio en el ámbito
de las infraestructuras. Tras destacar que este departamento es el principal
inversor del Estado, ha expresado la necesidad de invertir bien y de forma
eficiente, con rentabilidad social y económica.
Por último, ha manifestado
que Fomento va a realizar una planificación en materia de infraestructuras
que será previsible, rigurosa, eficiente y vertebradora.
EN DETALLE
En un momento del VII encuentro
del sector de las infraestructuras —organizado por Deloitte, OHL, Alstom
y ABC— uno de los ponentes recurrió a una frase del padre del capitalismo,
Adam Smith. «No sería razonable construir una carretera excelente,
de primera clase, a través de una región desértica,
donde apenas florece el comercio, tan solo porque lleva a la ciudad del
intendente de la provincia».
No se puede decir que España
haya aprendido la lección al pie de la letra. La ministra Ana Pastor,
que ofreció el discurso inaugural, hizo un llamamiento a la evolución
de las infraestructuras de manera rigurosa y vertebradora.
La responsable de la cartera de
Fomento avanzó que el Gobierno estudia la «cofinanciación
en el modelo de colaboración pública» con una participación
de hasta un 50% en los nuevos proyectos.
El elevado endeudamiento del grupo,
fruto de los excesos de legislaturas pasadas, y los objetivos de consolidación
fiscal no permiten recurrir a los canales habituales de financiación.
«El apalancamiento financiero (de Fomento) hace casi inviable que
podamos pedir ni un euro a una entidad financiera. Estamos colapsados»,
avisó la ministra.
RIESGOS COMPARTIDOS
Pastor dio también algunas
pistas sobre el nuevo modelo concesional que tendrá como fin «generar
más inversión en obra pública y ayudar a reactivar
el sector de la obra civil» en nuestro país: se sustentará
en la revisión de los plazos máximos de concesión
y el reparto de riesgos entre concedentes y concesionarios por las expropiaciones
y las caídas de tráfico . Este nuevo marco incluirá
una reflexión más profunda, que atañe a la propia
planificación territorial de las inversiones. «No entiendo
esos debates sobre el "qué hay de lo mío". Debemos hablar
de qué hay de lo nuestro. En esto sí que hace falta un cambio
de cultura, por ello propongo un pacto de Estado. Nos queda un camino largo»
Las entidades financieras expusieron
la transformación y los rigores a los que obligan las turbulencias
en los mercados y las nuevas exigencias regulatorias. «Hemos tenido
una industria financiera muy potente, pero se está acabando —señaló
Mariano Olmeda, subdirector general de Santander—. Las entidades no podemos
soportar ahora la financiación de infraestructuras a largo plazo».
El plazo idóneo de concesión se cifró entre los cinco
y 10 años.
Como alternativa, Carlos Fernández,
director de financiación de Infraestructuras de BBVA, recordó
a las sociedades que es posible acudir al mercado de capitales para refinanciarse,
en el caso de los activos en explotación, o a la emisión
de bonos, para los que se encuentran en construcción. Sin embargo,
este recurso no es la panacea: «Los bonistas son muy exigentes y
la flexibilidad que ofrecen es menor a la de un préstamo».
Otra vía para equilibrar
las cuentas, reclamada por la Confederación Nacional de la Construcción
(CNC), es la del establecimiento del cobro de tasas o peajes por circular
en la red de carreteras. Una propuesta que ya ha enviado al Ministerio
de Hacienda y Administraciones Públicas, la Oficina Económica
de Moncloa y el Ministerio de Fomento. «Todo el peso de los recortes
está cayendo sobre la inversión», denunció Juan
Lazcano, presidente de la organización. Y advirtió de que
el estado de parálisis en que se encuentra el sector —con una licitación
en obra pública que terminó 2011 en 13.754,59 millones, la
menor cuantía de los últimos quince años— «está
poniendo en cuestión la supervivencia de un sector clave».
Durante el foro, los asistentes
incluso sugirieron fórmulas para reforzar la normativa, como la
creación de un órgano independiente que aplique las leyes
y garantice la seguridad jurídica. «Si tan solo se cumpliera
lo previsto en la legislación, avanzaríamos», zanjó
Juan Osuna, consejero delegado de OHL Concesiones.
ÉTICA DE FUNCIONARIOS
Rigor en los presupuestos, transparencia
en los procesos de licitación y máxima pulcritud en la relación
con las empresas. Son los tres puntos en que se basará el código
ético de Fomento, donde se plantea desaconsejar a los funcionarios
que coman con constructores o mantener reuniones fuera de despachos oficiales.
Fomento no quiere que sus funcionarios
coman con constructores Si hay una idea en la que insiste la ministra Ana
Pastor desde que tomó posesión en Fomento esa es que debe
imperar el juego limpio en el negocio de la obra pública. En este
sentido, encargó en febrero la elaboración de un código
ético del que las constructoras han comenzado a conocer de primera
mano varios puntos que generan polémica.
Los funcionarios de Fomento deberán
eludir en lo posible las comidas con los contratistas, principalmente con
personal de constructoras e ingenierías; las reuniones con las empresas
deberán celebrarse en despachos oficiales y, a poder ser, siempre
tendrá que haber más de un funcionario presente en esos encuentros.
Estas iniciativas han comenzado a correr como la pólvora por el
ministerio, si bien no existe un texto cerrado aún.
Distintas fuentes conocedoras de
estas intenciones tachan de absurdo un código de conducta que pone
en entredicho a todo el sector. "Muchos de los funcionarios de Fomento
trabajan a pie de obra y es bastante poco operativo que se les obligue
a tanta asepsia", comenta un alto directivo de la construcción.
Son muchos los que piensan que un documento de esas características
pone en duda la honorabilidad de los funcionarios.
En la práctica, es la Inspección
General de Fomento, que dirige Pilar Fabregat y que depende del subsecretario
Mario Garcés, la que vela por la corrección en los trámites
del ministerio.
Fabregat es licenciada en Derecho
y funcionaria de carrera del Cuerpo Superior de Administradores Civiles
del Estado. Previamente ha trabajado en el Ministerio de Ciencia e Innovación
y dirigió el gabinete de la presidencia de Paradores de Turismo.
Su relación con Pastor se remonta a cuando Fabregat fue directora
de Consumo y Atención al Ciudadano en el Ministerio de Sanidad,
donde también se encargó del gabinete de la ministra.
El revolucionario código
de Fomento debería ver la luz en unos meses, al igual que el plan
de infraestructuras Pitvi. Al respecto, la ministra Pastor volvió
a referirse , en un foro de infraestructuras organizado por Deloitte, a
la necesidad de mayor claridad en los pliegos, más transparencia
en los procesos de licitación, e insinuó que son necesarias
normas de buen gobierno en el propio ministerio. La mandataria no fue más
allá en las explicaciones.
En el mismo escenario y ante los
responsables de constructoras como Dragados, Ferrovial, OHL, Sacyr, FCC
y Acciona, Ana Pastor adelantó que el Estado sufragará el
50% de la inversión en los proyectos que salgan a concurso bajo
el modelo de colaboración público-privada. Por el momento,
se está tratando de involucrar a ICO y BEI, y se mantienen contactos
con la banca comercial en busca de asegurar respaldo al citado Pitvi, con
obras y conservación de infraestructuras por 225.000 millones.
Pastor reiteró su
preocupación por el estado de salud del sector concesional y avanzó
que ya ha remitido una propuesta a la Comisión delegada para Asuntos
Económicos con medidas de compensación. Su informe incluye
créditos participativos para pagar los sobrecostes en expropiaciones,
que han puesto en jaque a concesionarias como las autopistas radiales de
Madrid, y la ampliación de las cuentas de compensación para
asegurar ingresos en las autopistas ante la caída de tráfico.
Por último, la ministra mostró
preocupación por la escasa penetración del ferrocarril en
el tráfico de mercancías. "En unos años deberíamos
doblar el actual 4% de cuota". Y dejó sobre la mesa una decisión
inamovible: "Completaremos la red ferroviaria en todo el país con
ancho internacional". La propuesta sembró dudas en el foro por inconcreta.
La construcción espera dos
años de recortes
LOS DISTINTOS PONENTES EN EL VII
ENCUENTRO DEL SECTOR DE INFRAESTRUCTURAS RECONOCIERON QUE ESPERAN SEVEROS
RECORTES EN LOS PRESUPUESTOS DE FOMENTO PARA 2012 Y 2013.
-Pedro Martínez, presidente
de Acciona Infraestructuras, pidió un esfuerzo al Gobierno para
involucrar al BEI en los proyectos de colaboración público-privada.
Con ello se reduce la deuda subordinada y mejora el rating de los mismos.
-El consejero delegado de Ferrovial
Agroman, Alejandro de la Joya, demandó a las Administraciones el
cumplimiento de la Ley de Morosidad una vez que se hayan puesto al corriente
gracias al real decreto de pago a proveedores.
-José Mayor Oreja, presidente
de FCC Construcción, reclamó inversión en obra civil
para sostener el PIB, además de que se involucre en su financiación
a fondos y bonistas.
-El presidente de Sacyr, Javier
Gayo, defiende las cuentas de compensación a 20 años para
las autopistas en crisis.
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