14 de marzo
de 2012
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INGENIERÍA DE LA EDIFICACIÓN.
REAL DECRETO SOBRE CERTIFICACIONES ENERGÉTICAS DE EDIFICIOS EXISTENTES
Convertir conocimiento en valor
añadido: Real Decreto sobre
Certificaciones Energéticas de Edificios Existentes. Antes del 1
de enero de 2013 estará vigente el Real Decreto por el que se aprueba
el Procedimiento Básico para la Certificación Energética
de Edificios Existentes.
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de la edificación.
El Ministerio de Industria está
ultimando esta normativa que obligará a que todas las viviendas
que se vendan o alquilen en España cuenten con un Certificado de
Eficiencia Energética. En la actualidad, este documento, que describe
la eficacia en el consumo energético de las viviendas, solo se exigía
para edificios de nueva construcción o grandes rehabilitaciones.
La norma está todavía en fase de borrador y pendiente de
aprobarse por el Consejo de Ministros, aunque el Gobierno ha manifestado
su intención de aprobarla lo antes posible.
España acepta, de esta forma,
a las exigencias de Bruselas que considera el certificado como una medida
de fomento de la eficiencia energética, tanto para el ahorro en
el consumo de energía, como para el cuidado del medio ambiente.
Cualquier vivienda que se ponga
en el mercado para su venta o alquiler, ya sea de nueva construcción
o usada, deberá contar con este certificado de eficiencia energética
cuya validez es de un máximo de 10 años.
Lo que no cambia respecto al articulado
del Real Decreto 47/2007, es la exigencia de un control externo que supervise
las certificaciones energéticas otorgadas a las viviendas. Vuelve
a dejar al arbitrio de las Comunidades Autónomas, con la consiguiente
falta de homogeneidad en la aplicación de la norma, la potestad
para establecer este mecanismo de control.
El artículo 6 del nuevo Real
Decreto estipula que “el órgano competente de la Comunidad Autónoma
establecerá, el alcance del control externo de los Certificados
de Eficiencia Energética y el procedimiento a seguir para realizarlo.
Este control podrá realizarse por la propia Administración
o mediante la colaboración de agentes autorizados para este fin”.
En la actualidad, la regulación
del Control Externo de las Certificaciones de Eficiencia Energética
para Viviendas está teniendo un alcance muy desigual: los únicos
ejecutivos autonómicos que han publicado la norma y exigen este
elemento de control como una garantía de la efectividad del certificado
son los de Galicia, Extremadura, Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana.
En Castilla-León, Navarra,
Islas Canarias y Andalucía se ha publicado el registro obligatorio
de las certificaciones para edificios (conforme a lo exigido en la norma
anterior) pero no se hace ninguna referencia a la existencia de un control
externo que las supervise. Más grave es aún el caso de Comunidades
Autónomas como el Principado de Asturias, Cantabria, País
Vasco, La Rioja, Aragón, Islas Baleares, Región de Murcia
o Comunidad de Madrid donde no se ha publicado hasta el momento el registro
obligatorio de certificaciones energéticas o el de Cataluña
donde no hay una normativa específica al respecto.
El borrador de Real Decreto en el
que trabaja Industria también recoge que serán las Comunidades
Autónomas las que fijen los requisitos de titulación, experiencia,
formación específica en certificación de eficiencia
energética y medios que deberán tener las entidades de control
habilitadas o los técnicos independientes que lleven a cabo estas
tareas de revisión de las calificaciones otorgadas. Pudiéndose
dar el caso de que estos requisitos sean diferentes según el criterio
de las distintas Comunidades Autónomas.
Del mismo modo se regula que “cuando
la calificación de eficiencia energética resultante de este
control externo sea diferente a la obtenida inicialmente, como resultado
de diferencias con las especificaciones previstas, se le comunicará
a la propiedad las razones que la motivan y un plazo determinado para su
subsanación o presentación de alegaciones en caso de discrepancia,
antes de proceder, en su caso, a la modificación de la calificación
obtenida”.
REACCIONES
Green Building Council España
(GBCe) cree que el Real Decreto, que exigirá que todas las viviendas
que se pongan en el mercado, ya sean nuevas o usadas, tengan un certificado
de su eficiencia energética, es muy poco concreto en el ámbito
técnico.
El pasado 20 de febrero, el Ministerio
de Industria cerró el plazo de audiencia para presentar alegaciones
al Real Decreto sobre Certificaciones Energéticas de Edificios Existentes
que exigirá que todas las viviendas que se pongan en el mercado,
ya sean nuevas o usadas, tengan un certificado de su eficiencia energética.
Para Green Building Council España
(GBCe), la propuesta del Ejecutivo español parece más una
respuesta “formal” a la denuncia europea sobre la no transposición
de la directiva a los edificios existentes, que un RD que haga frente a
todas las necesidades asociadas al tema en que se ocupa; “de hecho es muy
poco concreta en el ámbito técnico”, asegura. La asociación
considera que “el RD por si solo es inaplicable porque está huérfano
de los desarrollos reglamentarios necesarios para su cumplimiento, de tal
modo que la falta de concreciones técnicas y desarrollos reglamentarios
hace que la norma sea, en la práctica, inaplicable”.
No obstante, GBCe aplaude “la aprobación
de esta iniciativa que puede suponer una reactivación económica
del sector y que pueda contribuir a crear empleo, con la figura del certificador”.
Para GBCe, “la rehabilitación
se ha convertido en una de las pocas salidas viables capaz de generar actividad
y empleo en el sector de la construcción. Sin embargo, falta una
mayor concreción en la propuesta, un calendario claro, y una estrategia
de puesta en marcha sólida. Se echa en falta de nuevo, como ya pasó
con el proceso de Certificación de Edificios de Nueva Construcción
de 2007, una reglamentación de referencia que sirva para definir
los niveles mínimos aceptables cuando se aborda una obra de rehabilitación
ya sea de todos los elementos constructivos o sólo de alguno de
ellos”.
Así mismo, asegura que “la
experiencia con la norma anterior ha sido negativa. La realidad ha demostrado
que en la mayoría de comunidades autónomas no se ha exigido
y que ni el mercado inmobiliario, ni buena parte de los agentes implicados,
prácticamente se han enterado”.
La asociación pide al Gobierno
que apruebe cuanto antes unos plazos para la puesta en marcha de la nueva
normativa y que las administraciones pertinentes implementen un plan de
formación para el sector, “para que los profesionales puedan dedicarse
a la certificación energética de las viviendas y de esta
forma se reactive el empleo de uno de los sectores más afectados
por la crisis económica”.
ANTECEDENTES
La asociación Green Building
Council España (GBCe) ha solicitado al Gobierno que dote al Real
Decreto sobre Certificaciones Energéticas de Edificios Existentes
de los desarrollos reglamentarios necesarios para su cumplimiento. El pasado
20 de febrero, el Ministerio de Industria cerraba el plazo de audiencia
para presentar alegaciones al Real Decreto sobre Certificaciones Energéticas
de Edificios Existentes que exigirá que todas las viviendas que
se pongan en el mercado, ya sean nuevas o usadas, tengan un certificado
de su eficiencia energética. Para esta asociación, la propuesta
del Ejecutivo español parece más una respuesta “formal” a
la denuncia europea sobre la no transposición de la directiva a
los edificios existentes, que un RD que haga frente a todas las necesidades
asociadas al tema en que se ocupa; de hecho es muy poco concreta en el
ámbito técnico. La asociación considera que "el RD
por si solo es inaplicable porque está huérfano de los desarrollos
reglamentarios necesarios para su cumplimiento, de tal modo que la falta
de concreciones técnicas y desarrollos reglamentarios hace que la
norma sea, en la práctica, inaplicable".
No obstante, GBCe aplaude la aprobación
de esta iniciativa que puede suponer una reactivación económica
del sector y que pueda contribuir a crear empleo, con la figura del certificador.
La rehabilitación se ha convertido en una de las pocas salidas viables
capaz de generar actividad y empleo en el sector de la construcción.
Sin embargo, falta una mayor concreción en la propuesta, un calendario
claro, y una estrategia de puesta en marcha sólida. Se echa en falta
de nuevo, como ya pasó con el proceso de Certificación de
Edificios de Nueva Construcción de 2007, una reglamentación
de referencia que sirva para definir los niveles mínimos aceptables
cuando se aborda una obra de rehabilitación ya sea de todos los
elementos constructivos o sólo de alguno de ellos.
La experiencia con la norma anterior
ha sido negativa. La realidad ha demostrado que en la mayoría de
comunidades autónomas no se ha exigido y que ni el mercado inmobiliario,
ni buena parte de los agentes implicados, prácticamente se han enterado.
GBCe pide al Gobierno que apruebe
cuanto antes unos plazos para la puesta en marcha de la nueva normativa
y que las administraciones pertinentes implementen un plan de formación
para el sector, para que los profesionales puedan dedicarse a la certificación
energética de las viviendas y de esta forma se reactive el empleo
de uno de los sectores más afectados por la crisis económica.
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