INGENIERÍA DE LA EDIFICACIÓN.
NOVEDADES EN LA MUESTRA CEVISAMA. LA CERÁMICA
EN LA EDIFICACIÓN SOSTENIBLE Convertir conocimiento en valor
añadido: Guía práctica
inmoley.com de edificación sostenible. EB pdf de fachadas ventiladas.
Novedades en la muestra Cevisama. La cerámica en la edificación
sostenible
Herramienta práctica
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de la edificación.
El recinto ferial de Valencia ha
celebrado la muestra Cevisama (7 al 10 de febrero), en el que cerca de
100 empresas asociadas a Ascer han expuesto sus novedades de producto,
muchos de los cuales se orientan a mejorar la sostenibilidad de los edificios
y las ciudades. Algunos ejemplos de desarrollos en este campo:
• Ya existe cerámica capaz
de absorber CO2. Un metro cuadrado de esta superficie puede llegar a descontaminar
hasta 250 microgramos/hora de los perjudiciales óxidos de nitrógeno
(NOx) y retirar hasta el 74% de ácido nítrico (responsable
de la lluvia ácida) del aire de nuestras ciudades.
• Los pavimentos cerámicos
conductores de calor, gracias a sus nanoconductores, pueden llegar a ahorrar
más de un 16% en la factura eléctrica de un hogar medio,
lo que supone casi el coste de dos meses de la energía usada en
la climatización.
• Los sistemas de cerámica
radiante permiten convertir todo el suelo en un gran panel emisor de calor,
calentando así las estancias sin necesidad de conectar ningún
otro sistema de calefacción.
• Se han logrado crear superficies
autolimpiables con cerámica que contribuyen a reducir notablemente
el consumo de agua y detergentes necesarios para la conservación
y limpieza. Todo ello gracias a nanopartículas que confieren a la
baldosa un efecto fotocatalítico, es decir, que reacciona con la
radiación ultravioleta del Sol, produciéndose una oxidación
que destruye la materia orgánica en contacto con la superficie.
• La continua disminución
del grosor de las baldosas cerámicas ha permitido una reducción
del 50% en el consumo de materias primas para su fabricación, un
menor consumo de energía en su fabricación, y con ello menos
emisiones de CO2 y menor generación de residuos en el caso de destrucción.
El menor espesor y peso de las piezas también repercute en un menor
impacto en su transporte.
• La industria cerámica
ha desarrollado un sistema que permite integrar células fotovoltaicas
en las fachadas cerámicas. Con ello se consigue disponer de paneles
solares integrados en las estructuras arquitectónicas.
• Gracias a la cerámica
cada vez más edificios utilizan fachadas ventiladas, por su importante
aportación en términos de eficiencia energética. Las
fachadas ventiladas favorecen el mantenimiento del calor proveniente de
la radiación solar durante las estaciones frías, y a la inversa,
refrigerando el edificio cuando más calor hace, especialmente en
verano.
• Ya se comercializan baldosas
cerámicas de colocación en seco, que se ensamblan entre sí
sin necesidad de utilizar cemento ni otros materiales de adhesión.
Por ello su instalación no genera residuos ni escombros, y además
pueden ser reutilizados de nuevo en cualquier otra estancia.
I+D: mejora de producto y competitividad
El sector cerámico español
sigue hoy a la vanguardia mundial en cuanto a la aplicación de programas
de I+D, con el objetivo de ofrecer a consumidores y profesionales productos
de alto valor que respondan a las nuevas necesidades. Para ello, empresas
e instituciones vinculadas al sector contribuyen para desarrollar un producto
cada vez más competitivo, y con ello seguir abriendo mercado.
Son múltiples las formas
en las que se están materializando los frutos de esta apuesta por
la I+D en el sector cerámico:
• Suelos calefactados para exteriores.
Su objetivo es garantizar la comodidad y el confort de los clientes en
terrazas urbanas mediante la preservación del calor en la superficie.
• Espesores mínimos. Hoy
ya es posible tener baldosas con espesores de entre 3 y 5 mm, lo que está
convirtiendo a la cerámica en un producto más sostenible
gracias al menor uso de materia prima para su fabricación, el abaratamiento
del coste de transporte y un menor gasto energético en los procesos
productivos.
• Piezas termoconformadas para
la creación de volúmenes tridimensionales con material cerámico.
• Impresión digital, para
personalizar piezas de cerámica con cualquier imagen.
• Cerámica translúcida.
Baldosas de naturaleza vítrea que presentan una gama cromática
muy amplia, otorgando una iluminación natural y un color exclusivo
a los espacios donde se ubican.
• Colocación en seco, lo
que permite un abaratamiento de costes, menor tiempo de colocación
y una menor generación de residuos o escombros. Prácticamente
un verdadero "do it yourself".
• Piezas domóticas. La baldosa
actúa como interfaz entre el usuario y la instalación domótica.
El contacto de los dedos sobre la superficie de la baldosa permite la actuación
(baldosas sensorizadas). También se ha comenzado a desarrollar su
uso con sensores de movimiento o de peso para su empleo en edificios públicos
y en aceras, por ejemplo para detectar la presencia de personas en un semáforo
y que esto mute automáticamente para permitir el paso de peatones.
Uno de los frentes de expansión
presente y futuro para la baldosa cerámica es el de la arquitectura
sostenible. Además de su función estético-decorativa
en el revestimiento de espacios, las baldosas cerámicas juegan un
papel para cada vez más relevante en el mercado de la sostenibilidad
y la eficiencia energética gracias a sus propiedades intrínsecas,
tanto en el mundo arquitectónico, el urbanismo o en el propio ámbito
doméstico del hogar.
Son muchas las aplicaciones prácticas
de la cerámica en este sentido: fachadas ventiladas que favorecen
el mantenimiento del calor proveniente de la radiación solar durante
las estaciones frías, y a la inversa, refrigerando el edificio cuando
más calor hace; cerámica radiante que transmite calor a las
estancias; suelos sobreelevados que evitan una insolación directa
sobre la cubierta real del edificio; integración de células
fotovoltaicas en las fachadas revestidas con cerámica; superficies
autolimpiables con cerámica que contribuyen a reducir notablemente
el consumo de agua y detergentes necesarios para su conservación
y limpieza; pavimentos cerámicos conductores de calor que pueden
llegar a ahorrar más de un 16% en la factura eléctrica de
un hogar medio; o por ejemplo las celosías cerámicas, que
permiten regular la insolación de los espacios interiores facilitando
su ventilación gracias a la creación de zonas de sombra.
Junto a todas estas aplicaciones,
es un hecho que la continua disminución del grosor de las baldosas
cerámicas ha permitido una reducción del 50% en el consumo
de materias primas requeridas en su fabricación, un menor consumo
de energía y con ello menos emisiones de CO2 y menor generación
de residuos en el caso de destrucción. Asimismo, por la propia naturaleza
de su composición, la baldosa cerámica es de por sí
un material sostenible. Se trata de un material de gran durabilidad y resistencia
(menos escombros y necesidad de reposición), fácil de limpiar
y mantener (ahorros económicos), es aséptico, por lo que
no transmite olores, bacterias o emisiones contaminantes, además
de ignífugo y resistente a las radiaciones solares.
Un material sostenible por naturaleza
Debido a sus propiedades intrínsecas,
las baldosas cerámicas son ya de por sí un material de revestimiento
idóneo para contribuir al desarrollo de soluciones sostenibles y
eficientes energéticamente, tanto en el mundo arquitectónico
y urbano como en el ámbito doméstico del hogar.
• Durabilidad y resistencia: la
cerámica es uno de los materiales más resistentes a los desafíos
ambientales, ya que es inerte y no le afecta la exposición al agua,
al fuego e incluso a las radiaciones ultravioletas. Por tanto, un producto
duradero implica siempre una menor necesidad de reposición, menos
residuos y por tanto un menor impacto energético y ambiental.
• Versatilidad en acabados: se
trata de uno de los materiales de construcción más versátiles.
Es aplicable tanto en superficies verticales como horizontales, planas
o curvas, interiores o exteriores, y en zonas secas o húmedas. Se
puede crear prácticamente a medida en relación a tamaño,
forma y ser tratada pictóricamente para adaptarse a las necesidades
técnicas del edificio y la mejora de su eficiencia energética:
con superficies reflectantes para iluminar zonas en sombra donde sea necesario
o, en el caso contrario, con materiales y colores que absorban las radiaciones
directas para regular de forma natural la temperatura de espacios y estancias.
• Bajo mantenimiento: requiere
poco mantenimiento tanto en su conservación como en su limpieza,
la cual se realiza bajo procesos y materiales de bajo coste e impacto ecológico.
• Material aséptico: su
fácil limpieza y su carácter inerte lo convierten en un material
que no transmite olores o bacterias. Tampoco es fuente de ningún
tipo de emisiones contaminantes a la atmósfera por lo que las baldosas
cerámicas contribuyen así a la mejora de la calidad del aire
en los interiores. Esta misma propiedad, hace que las baldosas cerámicas
sean un material idóneo para su posterior uso o reciclado.
• Material resistente al fuego:
la cerámica es un material ignífugo por lo que disminuye
el riesgo de incendio en comparación con otros materiales en los
edificios donde se instala.
• Material resistente a las radiaciones
solares: la baldosa cerámica no pierde su color o intensidad por
su exposición a los rayos solares. Esta propiedad junto a su resistencia
y durabilidad garantiza su inalterabilidad a lo largo del tiempo. Su ciclo
de vida es por lo tanto mucho más extenso que el de otros materiales
de recubrimiento.