16 de enero
de 2012
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URBANISMO.
URBANISMO CANTABRIA. DOS IMPACTOS VISUALES A ESTUDIO: HELSINKI Y SANTANDER
Convertir conocimiento en valor
añadido: guía práctica
inmoley. com del urbanismo de Cantabria. Por
razones didácticas se comparan los dos procesos por su similitud:
dos importantes proyectos de museos y efecto en el impacto visual en zona
de bahía. En el caso de Helsinki,
se ha realizado un nuevo estudio sobre la ubicación frente al mar
del futuro Museo Guggenheim. Los resultados del estudio publicado a principios
de esta semana indican que el museo se construirá en terrenos municipales
a lo largo de la costa sur de Puerto, donde el edificio de la terminal
Kanava se encuentra actualmente. El área total del museo sería
de aproximadamente 12.000 metros (129.000 pies cuadrados), con 3.920 m
(42.000 pies cuadrados) dedicado a salas de exposiciones. El costo estimado
para la construcción del edificio y su diseño será
de aproximadamente € 140 millones. El siguiente paso es que el Consejo
de la Ciudad y el Concejo Municipal para revisar las recomendaciones en
un proceso público que se extenderá al menos hasta febrero
de 2012. La ciudad de Helsinki decidirá entonces si para pasar a
la siguiente fase del proyecto. En la Bahía de Santander, el futro
Centro Botín de Arte y Cultura se somete a un nuevo período
de información pública, tras los cambios introducidos por
el arquitecto Renzo Piano, que incluyeron un desplazamiento de la ubicación,
el soterramiento del tráfico y la remodelación de los Jardines
de Pereda. Claves: dudas entre ingenieros sobre el soterramiento del tráfico
en zona ganada al mar.
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urbanismo.
La vuelta a un período
de información pública fue precisamente una de las alegaciones
del Colegio de Arquitectos de Cantabria, que en el paso previo, cuando
aún no se habían realizado esos cambios, también sugirió
tanto el soterramiento del tráfico como una actuación sobre
los Jardines de Pereda.
No obstante, su solución
pasaba por incluir el Centro Botín en el interior de este espacio,
alejándolo de la primera línea marítima, como hicieron
constar en las alegaciones, que hasta ahora no habían trascendido.
En el documento, este
colectivo profesional expresaba sus dudas sobre si los cambios de los que
ya se estaba hablando en ese momento deberían suponer un nuevo comienzo
de la tramitación y una nueva información pública,
pues las alegaciones, en realidad, se habrían hecho respeto a un
proyecto distinto.
En concreto, el trámite
es la modificación número 9 del Sistema General Portuario,
en la que se cambiaban los usos del muelle de Albareda y Maura, para permitir
equipamientos culturales y el acceso al ciudadano.
Ese proyecto salió
a información pública tras la presentación de la primera
versión del Centro, con lo que se remitieron alegaciones de distintos
colectivos.
Tras la segunda presentación,
a finales del año pasado, la Comisión Regional de Ordenación
del Territorio y Urbanismo (CROTU) del Gobierno de Cantabria aprobó
una nueva versión de la modificación 9 del Sistema, que es
la que se encuentra ahora en el trámite de información pública,
tal y como refleja documentación del Ejecutivo recogida por Europa
Press.
JARDINES Y SOTERRAMIENTO
En sus alegaciones
al 'primer' Centro Botín, los arquitectos aludían a la "valentía"
de remodelar "en su conjunto" los Jardines de Pereda, que juzgaban "poco
interesantes" en su diseño pese a su céntrica posición.
La alternativa de los
arquitectos ya incluía el soterramiento del tráfico, pero
con el Centro Botín "en el interior" de los jardines, alejándolo,
en consecuencia, de la primera línea marítima.
UN NUEVO ESCENARIO
En los documentos del
Gobierno de Cantabria sobre los cambios, se pone en valor el "nuevo escenario"
que favorece la conectividad espacial y funcional del muelle con los Jardines
de Pereda, con la integración que favorece el soterramiento del
tráfico.
Entre los impactos
que apunta el Informe de Sostenibilidad Ambiental, se enumeran como negativos
los relacionados con las obras y con la afección visual y paisajística.
Y como positivos la
mejora de la calidad atmosférica, la generación de empleo
y la dinamización del sector de la construcción, la potenciación
de los sectores turístico y de servicios, la mejora de la movilidad
peatonal, el incremento de la oferta cultural y la aportación de
recursos económicos al Ayuntamiento y al Puerto de Santander.
Para compensar los
negativos, se propone medidas que reduzcan las molestias durante las obras,
como una planificación del tráfico para la maquinaria pesada.
IMPACTO VISUAL
Y centrados ya en la
integración paisajística, pide que se salvaguarde la relación
entre la ciudad y la Bahía, con espacios de transición entre
los usos de ciudad y los marítimos, en los que se percibe "cierta"
incompatibilidad.
En cuanto a los impactos
visuales, tras un estudio desde todas sus perspectivas, se descarta que
suponga una "ruptura" de la visibilidad de la fachada marítima,
porque, al no superar ahora la altura de las edificaciones del Paseo Pereda,
sus dimensiones se "integran" en el conjunto urbano.
Las partes de la Bahía
desde donde se percibiría más el edificio son las más
escoradas, esto es, Maliaño y El Puntal, donde, no obstante, sucede
lo mismo e incluso más con el Hotel Bahía.
Pero desde la ciudad,
el equipamiento queda prácticamente oculto tras la vegetación
de los Jardines de Pereda, lo que hace que su impacto visual sea "limitado".
A través de un sistema de vegetación y caminos, como rutas
peatonales, se sugiere, podría darse continuidad al eje visual.
Desde el muelle, en
cambio, lo que se da es una liberación de espacio, por tanto, un
incremento en la "calidad espacial".
Las recomendaciones
piden que se de continuidad al edificio con los jardines, a través
de rutas peatonales, advirtiendo de que esa continuidad puede verse en
parte comprometida por la vegetación.
Y dado que una parte
tapa las vistas de la Bahía, también se propone que en el
edificio se integren nuevos espacios abiertos y accesibles desde los que
se pueda ver la Bahía y la fachada marítima.
En general, se plantea
que se adecue y armonice la composición, en aspectos como los "ritmos"
de los huecos, los ejes visuales, los acabados, los colores..., esto es,
que se diseñe "cuidadosamente" la continuidad del Paseo Pereda por
los muelles y el paseo a través de la "secuencia" de edificios singulares
que conformarán en un futuro el embarcadero, la Grúa de Piedra,
el nuevo edificio y la Estación Marítima.
También se apunta
a la importancia de la continuidad peatonal y visual entre la plaza de
Alfonso XIII, el muelle y la Bahía, o al eje que se conforma con
el edificio del Banco Santander.
EL ACCESO AL FERRY
La modificación
implica una reordenación de los usos en la zona que afecta al acceso
al ferry, que pasa de un uso exclusivamente portuario al denominado compatible
Puerto-ciudad, lo que lleva a reubicar esa instalación.
Y aunque esa opción
ya está prevista y en tramitación, lo cierto es que el plazo
para ejecutar la nueva terminal del ferry es mayor que el de este emplazamiento,
por lo que, de forma provisional y temporal, se habilitará un nuevo
solar para la espera de vehículos y un nuevo acceso al embarque.
El nuevo emplazamiento
respeta a la Grúa de Piedra, a la que se refirió también
el Colegio de Arquitectos en sus alegaciones.
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