Las motivaciones de los adultos profesionales
para estudiar son muy diferentes a las que tenían en su etapa formativa.
Los profesionales suelen estar más centrados
y poseen la determinación necesaria para avanzar en su carrera.
Quieren estudiar para aprender nuevas técnicas
o perfeccionar habilidades existentes, generalmente en un área especializada.
A los pocos años de iniciar una carrera
profesional, los profesionales se dan cuenta de que no están actualizados
para trabajar en un entorno tan evolutivo tecnológicamente. Muchos
de estos avances ocurrieron mientras trabajaban y, a menos que fuera una
necesidad para su trabajo, habrían pasado desapercibidos o desatendidos.
Sin embargo, a medida que más y más
compañías progresan en su proceso de modernización,
la experiencia y el conocimiento que las personas necesitan en todos los
roles e industrias continúan cambiando.
Los profesionales tienen poco tiempo y muchas más
ocupaciones que los estudiantes jóvenes. Hay algunos obstáculos
que superar:
• Falta de tiempo
• Responsabilidad con la familia y los niños.
• Problemas financieros
• Miedo o dificultad para hacer frente a la tecnología
en el aprendizaje.
• Dificultad para encontrar el curso correcto
Debido a problemas como estos, algunos adultos
pueden ser reacios o les resulta más difícil volver a aprender
o comprometerse con un programa de aprendizaje que ejerza presión
sobre sus ocupadas vidas laborales.
Los profesores deben tener en cuenta que los estudiantes
adultos son muy selectivos y eligen aprender lo que es significativo para
ellos y su formación profesional.
Si bien es posible que muchos profesionales adultos
no hayan participado en la formación desde hace tiempo, tienen una
gran experiencia práctica que aportar, y la experiencia profesional
vale más que la teoría.
Para muchos profesionales que están considerando
una formación complementaria, la mayor preocupación es la
falta de tiempo y recursos. Con un trabajo a tiempo completo y posiblemente
una familia, apenas les queda tiempo.
La perspectiva de un programa de estudio puede
resultar desalentadora, pero los profesores pueden ayudar a combatir esto
al:
• Ofrecer horarios de enseñanza más
flexibles
• Acceso las 24 horas del día, los 7 días
de la semana, a los materiales del curso, incluidos documentos imprimibles.
El sector de formación profesional ya está
abordando este problema al ofrecer una amplia variedad de cursos a tiempo
parcial y educación a distancia.
A medida que el aprendizaje de adultos se vuelve
más popular, descubrir cómo atender los horarios de los profesionales
se está convirtiendo rápidamente en una prioridad para los
proveedores de educación.
Con la vida adulta viene la responsabilidad adulta.
Los costes de mantener una casa, niños, etc., no son poca cosa.
La educación profesional de calidad no es barata por eso es imprescindible
conocer muy bien el curso que se elige antes de decidirse. Exija la documentación
del curso antes de decidirse. Esto le dará una garantía esencial
de que el temario se ajusta a lo que realmente necesita.
Los centros de formación profesional que
ofrecen opciones de aprendizaje asequibles a través de programas
de desarrollo profesional son muy atractivos para los estudiantes adultos.
La naturaleza especializada de este tipo de programas
significa que los alumnos se centran en los resultados y probablemente
podrán aplicar el aprendizaje en su puesto de trabajo.
Es posible que muchos adultos necesiten habilidades
adicionales para satisfacer las necesidades del negocio, pero muchos luchan
por precisar exactamente lo que necesitan debido a la variedad de cursos
que se ofrecen.
A diferencia de los estudiantes más jóvenes
que asimilan la información a gran escala, los estudiantes adultos
no quieren una visión general. Quieren adquirir un conjunto de habilidades
específicas que les permita completar tareas particulares. En esencia,
los adultos necesitan entender por qué están aprendiendo
algo y visualizar un retorno tangible al final de su inversión.
La clave para los profesores es proporcionar cursos
que se adapten a nichos específicos, con objetivos claros y un camino
definido hacia una mejor carrera profesional.
Los empleadores invierten cada día más
en formación profesional especializada. Esta inversión educativa
demuestra el compromiso de las organizaciones, grandes y pequeñas,
con la actualización profesional de sus empleados. Necesitan profesionales
a la vanguardia de sus profesiones.
La formación profesional se vincula a la
industria aportando un gran valor a los estudiantes adultos:
• Proporcionando contenido de alta calidad diseñado
por expertos en aprendizaje.
• Ofrece aprendizaje relevante a través
de un sistema de gestión de aprendizaje accesible.
• Seguimiento de la actividad de los alumnos e
intervención cuando sea necesario.
La necesidad de mejorar las habilidades para el
futuro significa que cada vez más adultos se están lanzando
de nuevo al aprendizaje académico profesional. Hacer posible que
más adultos se capaciten solo puede ser una misión positiva
y productiva de la que se beneficiarán tanto las empresas como las
personas.
De estos temas se trata desde una perspectiva práctica
y profesional en la guía de la formación profesional. Saber
enseñar. Saber aprender.
|