Recientemente
la Mútua recibió ofertas de varios inversores deseosos de
adquirir las Torres de Colón, operación que podría
superar los 170 millones de euros. Entre los candidatos a hacerse con estos
rascacielos destacó Emin Capital, fondo que acaba de perder la exclusiva
que tenía sobre la barcelonesa Torre Agbar, y que, en Madrid, ya
obtuvo una repuesta favorable del ayuntamiento a su consulta para implantar
el uso hotelero en estos rascacielos.
El edificio,
de 3.910 metros cuadrados repartidos en semisótano, planta baja
y tres plantas superiores, admite actualmente el uso mixto de oficinas
y comercial, pero cabe la posibilidad de que el nuevo propietario pudiera
intentar obtener licencia para explotarlo comercialmente en su totalidad.
USO HOTELERO
El estudio
de arquitectura Lamela, en nombre del posible comprador Emin Capital, recibió
el pasado 15 de febrero una resolución favorable para cambiar de
uso a las Torres de Colón de Madrid, propiedad de Mutua Madrileña,
y actualmente destinadas a oficinas. Esta modificación favorecerá
una futura negociación entre el inversor, que ya adquirió
la Torre Agbar en Barcelona, y la aseguradora.
En el expediente
tramitado como “consulta urbanística especial”, el área de
Urbanismo del ayuntamiento resuelve que en los dos edificios gemelos de
la plaza de Colón se “posibilita la implantación del uso
hotelero” y del “uso residencial”. Un portavoz oficial de Urbanismo señaló
que el informe ha sido positivo y que se elevó, a su vez, a la comisión
de patrimonio.
MÚTUA
MADRILEÑA
Mutua Madrileña
es, junto con Amancio Ortega (fundador de Inditex), uno de los inversores
inmobiliarios más emblemáticos de Madrid. El valor de su
patrimonio inmobiliario es de 1.474 millones de euros aunque según
el presidente de la compañía, “las últimas tasaciones
no reflejan las revalorizaciones que ha tenido el mercado de oficinas de
Madrid”.
Además
de las Torres de Colón, Mutua es propietaria de la Torre de Cristal,
uno de los cuatro rascacielos al norte de la Castellana, y de otros seis
edificios en ese paseo, además de edificios en parques empresariales,
y otras propiedades en el centro de la ciudad.
En el caso
de estas torres, se trata de dos edificios siameses de 116 metros de altura
(23 plantas), y que cuentan con una superficie disponible de 16.000 m2,
ubicado entre la Castellana y Recoletos. En la actualidad, varias firmas
de inversión, como la francesa Natixis o la británica M&G,
tiene sus oficinas en el edificio.
De acuerdo
con los datos de Mutua, el 94% de las dos torres está ocupado. La
construcción de este complejo, diseñado por el arquitecto
Antonio Lamela, finalizó hace ahora 40 años. Fue sede central
del grupo Rumasa, del empresario José María Ruiz-Mateos,
que las rebautizó como Torres de Jerez (por su localidad natal).
Tras la expropiación de Rumasa en 1983, el Gobierno las vendió
en subasta al grupo Herón en 1986. Mutua Madrileña adquirió
el edificio en 1995 por 9.000 millones de pesetas (54 millones).
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